Cortes de la carne en Leña

En Leña, el arte de asar la carne al fuego vive una constante celebración. Parte fundamental de esta experiencia son los cortes de carne que se sirven con respeto hacia el producto, haciendo que cada visita sea un viaje gastronómico diferente. Hoy te llevamos a descubrir tres de los cortes más especiales de nuestra carta: el ribeye de vaca vieja, el porterhouse de ternera y el tomahawk de ternera.

Ribeye de Vaca Vieja: Sabor y Textura Únicos

Uno de los tesoros más apreciados por los amantes de la carne es el ribeye de vaca vieja. En Leña, tratamos este corte con un respeto casi reverencial. Proviene de vacas que han vivido una vida larga y saludable, lo que se traduce en una carne mucho más intensa en sabor, gracias al tiempo que ha tenido la grasa para infiltrarse en los músculos. El ribeye es conocido por su veteado, esa red de grasa que al fundirse, impregna la carne de un sabor inigualable. La textura es jugosa, tierna, pero con carácter. Este corte es ideal para los que buscan un sabor profundo y auténtico.

Porterhouse de Ternera: Dos Cortes en Uno

El porterhouse de ternera es el equilibrio perfecto entre dos mundos. Es un corte que combina lo mejor de dos piezas: el solomillo y el lomo bajo. En el centro, una pequeña pero firme porción de hueso separa ambos cortes, aportando un sabor extra durante la cocción. En Leña, asamos el porterhouse con una precisión milimétrica para resaltar las características únicas de cada parte. El solomillo, tierno y delicado, se deshace en la boca; mientras que el lomo, un poco más firme, mantiene ese punto de resistencia que lo hace aún más satisfactorio. Este corte es perfecto para aquellos que quieren lo mejor de ambos mundos en un solo plato.

Tomahawk de Ternera: El Rey del Asador

Imponente en tamaño y presencia, el tomahawk de ternera es mucho más que un corte de carne: es una experiencia sensorial. Este corte toma su nombre del hacha de los nativos americanos, por la forma en que se presenta con su largo hueso, que le da un aspecto rústico y primitivo, pero con una sofisticación indiscutible en sabor. El tomahawk es esencialmente un ribeye con hueso, y en Leña se potencia cada uno de sus atributos. Aquí, el fuego lento y la técnica transforman esta pieza en una obra maestra: carne con una textura increíblemente jugosa, profundamente sabrosa y que invita a ser disfrutada con todos los sentidos.

El Arte del Fuego en Leña

En Leña, cada uno de estos cortes es cuidadosamente seleccionado y tratado con el respeto que merece. No solo se trata de servir carne de calidad, sino de llevarla a su máxima expresión a través del fuego, ese elemento tan primario como sofisticado que Leña domina a la perfección. Cada brasa aporta un toque ahumado que enriquece la carne, mientras que la técnica controla el punto exacto para realzar la experiencia en cada bocado.

Ya sea que prefieras la intensidad del ribeye de vaca vieja, la versatilidad del porterhouse de ternera o la majestuosidad del tomahawk, en Leña encontrarás el corte perfecto para cada paladar.

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