Leña Barcelona celebra un año inolvidable

Leña Barcelona celebra un año inolvidable, un aniversario que confirma la fuerza de un proyecto que ha sabido integrarse en la ciudad desde el primer día.

Un año que deja huella en la ciudad

Leña Barcelona celebra un año inolvidable porque su apertura marcó un antes y un después en la escena gastronómica local. El restaurante nació con una idea clara: conectar con Barcelona desde la emoción.
Desde el inicio, la propuesta buscó construir un vínculo real con la ciudad y con quienes la viven.
Dani García enfatizó esa intención con una frase sencilla: quería que el fuego de Leña se sintiera genuino en Barcelona.
Esa visión se materializó en un año lleno de actividad, creatividad y respeto por la cultura catalana.

Una propuesta que enamoró desde el primer día

El primer año confirma la consolidación de un proyecto que encontró su lugar entre los restaurantes más dinámicos de Barcelona.
El éxito no llegó por azar, sino por una propuesta que combina sabor, emoción y una mirada muy propia.
Uno de sus hitos fue su paso por Tast a la Rambla, donde sus hamburguesas arrasaron literalmente.
Más de 4.000 unidades se sirvieron en solo cuatro días, reflejando el magnetismo de este plato.
En el restaurante ya superan las 27.000 unidades vendidas desde la apertura.
El aguacate de Málaga a la brasa, el foie en forma de manzana o la exclusiva tarta di Rose también son favoritos indiscutibles.
Estos platos ya forman parte del imaginario gastronómico de la ciudad.

Tradiciones catalanas vividas con autenticidad

El equipo quiso ser parte activa del calendario festivo catalán desde el primer momento.
Por eso, Leña celebró Sant Jordi regalando rosas y fragmentos literarios en catalán a sus comensales.
Durante Pascua, el restaurante exhibió una espectacular Mona creada por Christian Escribà y Patricia Schmidt.
El diseño homenajeaba el universo visual y culinario del restaurante.
La tradición de La Mercè también tuvo un guiño especial gracias a Sofía y Víctor de La Dramerie.
Ambos crearon un dulce inspirado en la identidad del restaurante, integrando sabor y memoria.
Cada gesto acercó aún más la esencia de Leña al corazón de Barcelona.

Una noche irrepetible para la gastronomía

Uno de los momentos más emocionantes del año fue el homenaje a Joan Roca.
El evento reunió a más de 70 estrellas Michelin en una cena única.
Fue una velada que unió respeto, admiración y el deseo de celebrar una figura esencial de la cocina catalana.
El encuentro recuperó el espíritu de los históricos “A cuatro manos”, creados por Dani García en 2014.
Esa noche confirmó que Barcelona es un punto de encuentro imprescindible para la alta gastronomía.

Un restaurante que atrae a todo tipo de público

Más de 67.000 personas han pasado por el restaurante desde su apertura.
Entre los visitantes hay turistas, amantes de la cocina, profesionales del sector y un público local fiel.
La variedad de perfiles demuestra la versatilidad y el magnetismo del concepto.
Leña se ha convertido en una parada imprescindible para quienes buscan una experiencia ligada al fuego y al sabor.

Un año que refuerza la esencia del proyecto

Leña Barcelona celebra un año inolvidable porque ha conseguido mucho más que cifras y notoriedad.
Ha construido un vínculo con la ciudad basado en la autenticidad, la creatividad y el respeto por sus tradiciones.
El restaurante ha sabido integrar pequeños gestos que hablan de cercanía y de vocación cultural.
Por eso, sus celebraciones, sus platos y sus iniciativas ya forman parte de la vida barcelonesa.
En solo doce meses, Leña se posicionó como un espacio donde la gastronomía se vive con intensidad y con un espíritu profundamente local.
Y lo hizo sin perder su esencia, siempre ligada al fuego, a la emoción y a la búsqueda de nuevas experiencias.
Esa combinación lo convierte en una parada imprescindible para quienes aprecian la cocina honesta y llena de carácter.

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