De un día para otro se paralizaron los sueños de todos. Ese nuevo trabajo al que te ibas a incorporar, el viaje que habías organizado para conocer esa ciudad o país de ensueño… Todo llegó como un jarro de agua fría que no esperas. Se para todo y no sabes cuándo va a volver a andar la máquina.
De alguna de las maneras se pierde la ilusión por todas esas cosas o momentos que estaban por venir en un futuro próximo. Todos ellos en un futuro incierto, sin fecha exacta de volver a retomarlo. Sin fecha concreta para poder vivir la ilusión para vivir uno de los días más felices de tu vida.
Posiblemente tú que estás leyendo estas líneas, eres una de esas parejas que canceló de un momento a otro ese día que tan feliz te hacía. Posiblemente tú recogerías ese vestido que tan bella te hace para colgarlo en un armario y no saber cuándo lo lucirás. Quizás tuviste que decirle a ese catering que tan rico iba a cocinar que no iba a ser posible. Y terminaste tu día explicándole al DJ que, por la situación, tenía que darle al off de la música hasta nueva orden.
Todo se vino abajo. Pero hubo algo que quedó en pie y que siempre quedará pase lo que pase. El amor. El amor por la otra persona, por la felicidad eterna y por la diversión. Nadie dijo que fuese una época fácil pero debemos dar gracias cada día por seguir teniendo esa ilusión por la vida y por volver a recuperar todos esos planes que se nos quedaron pendientes.
Volver a reorganizar y llegar a celebrar el amor y la amistad. En nuestro caso, estamos deseando volver a ser testigos de todos esos momentos. De serviros con la ilusión de siempre y volver a ver vuestras sonrisas y brillo en los ojos.
Todo pasará. Y cuando pase. Volveremos a vivir, a celebrar el amor de la mejor de las formas y a hacer eso que tanto nos apasiona. Volveremos a hacerlo con la misma ilusión que siempre porque seguiremos amando como siempre lo hemos hecho y eso es algo que no habrá pandemia que lo resista o elimine.