El Día de la Madre siempre llega con una promesa: la de celebrarla como se merece. En Grupo Dani García, hay muchas formas de hacerlo, pero pocas tan memorables como comer bien. Muy bien. Porque si hay algo que sabe hacer una madre, es cuidar. Y si hay algo que sabe hacer Dani García, es elevar esos cuidados a través de la gastronomía.
Para los que crecimos con una cuchara de caldo entre las manos y una croqueta casera como premio a una tarde difícil, sabemos que hay platos que no se olvidan. Son recetas que tienen nombre propio. A veces es el de tu madre. A veces, el de tu abuela. Otras, el de un chef que entendió que la cocina también es emoción.
Este Día de la Madre, quisimos volver al origen. Pero con el sabor de hoy. En las mesas de Tragabuches, los guisos tradicionales se reinterpretan con el respeto de quien recuerda. Un fondo de puchero, una cucharada de cariño y el recuerdo de aquellas meriendas infinitas que sabían a hogar. Comer en Grupo Dani García es volver a casa sin salir del presente.
Regala por el Día de la Madre
No todas las madres son iguales, ni todos los planes deben serlo. Algunas son más de brasa. Más intensas, más sabrosas. Para ellas, está Leña. Donde el fuego se convierte en espectáculo y el carbón en arte. Un restaurante que entiende el instinto. Que sabe que hay días en los que el mejor regalo no se envuelve: se sirve al centro de la mesa y se comparte entre risas, entre miradas que hablan sin decir nada.
Otras madres prefieren el mar. Y no cualquier mar. Hablo del que sabe a espeto, a salitre, a verano que empieza antes. Para ellas, está Lobito de Mar, ese rincón marinero que huele a chiringuito con alma de restaurante. Donde los pescados llegan con nombre y los arroces se sirven como si fueran domingos en familia.

Tragabuches no es solo un restaurante. Es un escenario donde ocurren cosas, donde las madres se convierten en protagonistas. Donde la gastronomía se vuelve un lenguaje de amor y tradición. Y este domingo, todas las miradas deben estar puestas en ellas.
Dani García lo entendió hace tiempo: una madre no quiere un ramo, quiere un recuerdo. No quiere un regalo cualquiera, quiere un momento inolvidable. Por eso, en cada una de sus marcas hay un lugar para ella. Una mesa donde todo sabe mejor, donde cada detalle está pensado para que se sienta especial.
Este Día de la Madre, no regales cosas. Regala instantes, sobremesas que se alargan sin mirar el reloj, silencios cómodos y platos que despiertan la memoria. Regala eso que no se compra, pero que sí se recuerda: tiempo con ella.
Porque comer en Grupo Dani García puede ser un gesto de amor. Puede ser una declaración. Puede ser ese “gracias por todo” que a veces no decimos, pero sí sentimos. Y si ese agradecimiento viene en forma de tartar, de una copa de vino, de una brasa lenta o de una receta que huele a infancia, entonces el regalo es perfecto.
Piensa en su plato favorito. Pregunta por ese vino que le gusta. Pide postre aunque digas que no puedes más. Y haz una foto. No para Instagram, sino para el recuerdo. Porque los recuerdos también se sirven en mesa. Y porque comer en Grupo Dani García este Día de la Madre es mucho más que sentarse a la mesa: es celebrar la historia que os une.