Si eres de los que revisan su horóscopo antes de salir de casa o te sabes de memoria tu carta astral, este artículo es para ti. Porque no es lo mismo ser un Leo con hambre que un Cáncer en busca de confort food. Y si hay algo que Dani García sabe hacer bien (además de cocinar como los ángeles), es tener un restaurante para cada gusto, cada momento… y sí, también para cada signo.

¿Quieres saber cuál de los restaurantes del universo Dani García —Leña, Bibo, Tragabuches o Lobito de Mar— es tu match gastronómico ideal? Sigue leyendo, porque el zodiaco tiene algo que decirte.

Acuario (20 de enero – 18 de febrero)

Creativos, distintos y con alma libre, los Acuario necesitan algo fresco, ligero y fuera de lo común. Lobito de Mar tiene esa esencia del sur, del mar y de la libertad. Tapas marineras, cocina costera y una carta que cambia según lo que trae la marea. ¡Perfecto para espíritus libres!

Piscis (19 de febrero – 20 de marzo)

Sensibles, románticos y amantes del agua, los Piscis van a encontrar su refugio en Lobito de Mar. Aquí todo fluye: el ambiente, la carta, los sabores del mar. Es el sitio ideal para dejarse llevar, soñar un poco y saborear la vida sin prisas.

Aries (21 de marzo – 19 de abril)

Valientes, impulsivos y con un carácter de fuego, los Aries necesitan un restaurante con fuerza, personalidad y, por supuesto, brasas. Por eso, si eres Aries, Leña es tu sitio. El fuego, la intensidad de los sabores ahumados y la carne hecha al punto perfecto te conquistarán desde el primer bocado. Aquí no se viene a dudar: se viene a devorar.

Tauro (20 de abril – 20 de mayo)

Los Tauro son amantes del placer, del confort y de todo lo que tenga un toque de tradición con elegancia. Tragabucheses el restaurante de Dani García que rinde homenaje a las raíces, a los guisos de siempre y a los productos de temporada. Ideal para los que no tienen prisa y disfrutan cada cucharada como si fuera la última.

Géminis (21 de mayo – 20 de junio)

Géminis es el signo más curioso y divertido del zodiaco. Nunca paran quietos, y eso también se nota en el paladar. Por eso, si eres Géminis, tu sitio es Bibo. Un viaje gastronómico sin escalas, lleno de sabores del mundo, platos para compartir y una atmósfera con mucho rollo. ¿Un ceviche por aquí? ¿Un brioche por allá? En Bibo, no tienes que elegir solo una cosa. ¡Como a ti te gusta!

Cáncer (21 de junio – 22 de julio)

Emotivos, familiares y amantes de los sabores que les recuerdan a casa, los Cáncer necesitan un restaurante que abrace. Tragabuches vuelve a aparecer porque, sinceramente, pocos sitios tienen esa combinación de tradición, mimo y calidez. Un arroz con navajas, un guiso como el de la abuela, y una copa de vino mirando el mar (si estás en Marbella) y ya tienes el plan perfecto.

Leo (23 de julio – 22 de agosto)

Los Leo necesitan brillar. Siempre. Son intensos, teatrales y les encanta lo mejor de lo mejor. Si eres Leo, no puedes dejar pasar la experiencia de ir a Leña. Desde su diseño espectacular hasta sus cortes premium, aquí todo está pensado para impresionar. Y tú, que amas ser el centro de atención, estarás en tu salsa.

Virgo (23 de agosto – 22 de septiembre)

Organizados, detallistas y amantes de lo natural, los Virgo buscan una experiencia donde el producto hable por sí solo. Lobito de Mar es el lugar ideal para ellos: mariscos fresquísimos, pescado del día y un ambiente relajado pero sofisticado. Sin artificios, pero con todo el sabor.

Libra (23 de septiembre – 22 de octubre)

Los Libra son sociables, coquetos y amantes de la estética. Necesitan un sitio bonito, con buena vibra, y platos que entren por los ojos. Bibo lo tiene todo: una decoración de revista, una carta variada y un ambiente que invita a la charla, al brindis y a la foto perfecta para Instagram.

Escorpio (23 de octubre – 21 de noviembre)

Misteriosos, intensos y apasionados, los Escorpio necesitan un restaurante con carácter, donde los sabores no pasen desapercibidos. Leña es perfecto para ellos, con su estética sofisticada, su cocina potente y su toque dark. Si eres Escorpio, aquí te vas a sentir como en casa.

Sagitario (22 de noviembre – 21 de diciembre)

Viajeros del zodiaco, los Sagitario buscan experiencias nuevas y emocionantes. Para ellos, Bibo es un parque de atracciones gastronómico: cocina de todos los rincones del mundo, un menú cambiante y un espíritu aventurero. Ideal para paladares sin miedo.

Capricornio (22 de diciembre – 19 de enero)

Clásicos, sobrios y amantes de la excelencia, los Capricornio sabrán valorar la propuesta de Tragabuches. Cocina con raíz, platos honestos y una puesta en escena que no necesita excesos. Aquí lo importante es la calidad, como a ellos les gusta.

Entonces, ¿a qué restaurante de Dani García deberías ir según tu signo del zodiaco? Ya tienes la respuesta estelar. Ahora solo falta que reserves y dejes que el destino (y el paladar) hagan el resto.

¿Y tú? ¿Estás de acuerdo con lo que dice tu signo? ✨

Hay cosas que saben a verano. Y luego está el arroz de Lobito de Mar. Si te preguntas dónde comer arroz en Marbella o en Madrid, este es el sitio. Aquí, el Mediterráneo se cuela en cada grano. En cada cazuela. En cada cucharada. Un arroz que habla del mar, del fuego y de esa cocina que se saborea en buena compañía, entre risas, bajo el sol o con copa en mano.

Porque hay arroces y arroces. Pero en Lobito de Mar, los hay que se quedan en la memoria. De esos que quieres volver a comer incluso antes de terminar el plato. Ya sea en Marbella, este es el templo para los que buscan algo más que arroz. Aquí empieza el viaje.

Arroces secos: sabor a brasas y verano

Hay algo muy especial en un arroz seco bien hecho. Ese momento en que el fondo se convierte en costra crujiente. Ese aroma que se mete por la nariz y no se olvida. En Lobito de Mar, los secos son una declaración de intenciones.

El de T-Bone de atún de Almadraba es puro atrevimiento. Un arroz que mezcla mar y brasas. Que juega con la potencia del atún y lo convierte en algo único. Luego está el clásico: el de pescado y marisco, un mar en miniatura. Con todo lo que nos gusta: sabor, textura y ese fondo que te hace cerrar los ojos.

Perfecto para comer arroz en Marbella después de una mañana de playa. O para sentarte en una terraza en Madrid y olvidarte del mundo.

Arroces al sarmiento: fuego, humo y personalidad

Hay arroces que no se olvidan. Y luego están los arroces al sarmiento de Lobito. Son arroces que se cocinan al humo de la vid. Que se impregnan de un aroma inconfundible. Que son intensos. Diferentes. Con alma.

El de pollo Coquelet es una versión refinada de lo tradicional. El de costilla ibérica y setas es un viaje a la montaña, con toque rústico. El de anguila ahumada, lardo y nori crujiente es pura fantasía: un arroz que podría ser japonés, pero que sabe a Andalucía. Y el más carnívoro de todos, el de chuleta de vaca, es rotundo, jugoso y perfecto para compartir.

En Madrid, en una comida con amigos. O en Marbella, después de un baño de sol. Comer arroz en Madrid o en la costa nunca había sido tan emocionante.

Arroces melosos: cucharadas de placer

Los arroces melosos son como un abrazo. Cremosos, profundos, elegantes. Cucharada a cucharada, te llevan a otro lugar. Y si tienen marisco, aún mejor.

El de langostinos de Sanlúcar con trompetas de la muerte combina lo mejor del sur y el bosque. Es pura armonía. El de gamba alistada de Huelva lleva las mismas setas negras, pero con más intensidad marina. Y el favorito de muchos: el de bogavante, un clásico con mayúsculas. Goloso, potente, inolvidable.

Perfectos para los que buscan algo más que arroz. Para quienes entienden el verano como una sucesión de platos compartidos. Para quienes saben que la vida se celebra a fuego lento.

Comer arroz en Marbella y Madrid, todo el año

No importa si es agosto o noviembre. Porque en Lobito de Mar, el arroz no entiende de estaciones. Sabe a mar en Marbella. Sabe a recuerdo en Madrid. Y, sobre todo, sabe a Dani García. A su forma de entender la cocina. A ese equilibrio entre lo tradicional y lo sorprendente.

Comer arroz en Marbella o Madrid es un plan que huele a brasas, que se sirve en cazuela y que empieza con una copa y acaba con una sonrisa.

¿Dónde vas a comer arroz este verano? En Lobito de Mar, claro.

Hay palabras que, juntas, son una garantía de felicidad mediterránea: Lobito de mar, Madrid, arroz. Y ahora, con el nuevo menú “A toda vela”, la promesa se cumple plato a plato. Una propuesta pensada para quienes disfrutan del mar en la mesa de lunes a viernes en horario de almuerzo, sin complicaciones pero con mucho sabor. En Lobito de Mar Madrid, A toda vela, sorprende con una selección de entrantes, principales y postre que combinan tradición, originalidad y mucho producto.

Un arranque por todo lo alto

Todo comienza con una ensaladilla rusa de anguila ahumada. Sí, ensaladilla. Pero no cualquiera. Cremosa, sabrosa, y con ese punto ahumado que lo cambia todo. No da tiempo ni a mirar a los lados: desaparece del plato antes de que alguien pueda pedir repetir. Le siguen unas croquetas mixtas, pequeñas bombas de sabor donde lo clásico y lo marino se dan la mano. Luego llegan las chirlas salteadas con vino manzanilla, ese tipo de plato que pide pan y silencio, con un olor que lo dice todo antes del primer bocado. Y para redondear la jugada, una baby burger de atún con canónigos. Pequeña, jugosa y con ese equilibrio que solo se consigue cuando alguien ha hecho muchas pruebas hasta dar con la combinación perfecta.

El momento decisivo

Aquí toca elegir. Y no es fácil. Hay cuatro principales que compiten por el protagonismo. Para los amantes del pescado, un lomo de lubina a la brasa que entra solo, con ese punto justo de cocción y la piel crujiente que suena al cortarla. Otra opción: carpaccio de chuletón de atún con huevos fritos al ajillo. Un plato sorprendente, con juego de texturas, aroma a ajo y ese punto rebelde que alegra cualquier día. Y por supuesto, lo que no puede faltar en una ecuación que incluya Lobito de mar, Madrid, arroz: el arroz seco de marisco y pescado. Con sabor intenso, grano suelto, y ese fondo que te hace cerrar los ojos al probarlo. Un cuarto principal que entra en escena: arroz al sarmiento de pollo coquelet. Con ese sabor ahumado que solo se consigue con brasas de verdad, y un pollo que se deshace, tierno y sabroso. La elección no es fácil, pero el resultado siempre es redondo.

Un final que sabe a gloria

Y como todo buen menú, el final está a la altura del resto. Una tarta de queso fresco que pone el broche perfecto sin empalagar. Ligera, cremosa y con ese punto lácteo que recuerda a la tarta de toda la vida, pero con el toque justo para querer volver solo por ella.

En Lobito de Mar Madrid, “A toda vela” es, en esencia, un menú pensado para disfrutar del mar en cada plato. Para quienes saben que las mejores comidas no necesitan mucha explicación, solo buenos productos, un entorno agradable y las manos de un equipo que entiende de cocina con alma. Si hay algo claro, es que con propuestas como esta, Lobito de mar, Madrid, arroz no es solo una frase bonita: es una invitación irresistible.

El carpaccio de chuletón de atún es una declaración de intenciones. En Lobito de Mar Marbella y Madrid, se convierte en una experiencia imprescindible. Lo que lo hace único es su origen: una pieza del lomo blanco del atún, concretamente entre las costillas 2, 3, 4 y 5. En esa zona se encuentran tres cortes tan nobles como precisos: el descargamento, el tarantelo y la ventresca. Juntos crean un equilibrio perfecto entre grasa, textura y sabor. Una armonía que rinde homenaje al animal más venerado del Atlántico. La técnica ancestral de la almadraba permite capturar estos ejemplares en su mejor momento. La pesca se realiza con respeto al mar y a su ciclo natural. Solo así se logra un producto fresco, de temporada y de calidad excepcional. Este carpaccio de atún no se improvisa: se elige, se afina y se respeta. Su sabor conecta el mar con la tierra, la tradición con la innovación, el presente con la memoria.

Técnica, precisión y respeto

El chuletón de atún que llega a la mesa en Lobito de Mar no es fruto del azar. Procede de piezas seleccionadas con extrema meticulosidad. Cada atún es capturado mediante la almadraba, un sistema sostenible y controlado que sigue vigente en las costas de Cádiz. Gracias a la labor de Gadira, el producto mantiene intactas sus propiedades y su pureza. De cada pieza se escoge lo mejor: el descargamento aporta firmeza, el tarantelo jugosidad y la ventresca una grasa noble, suave y untuosa. Esa combinación convierte este carpaccio en un bocado elegante y sabroso. En manos del equipo de Dani García, el atún alcanza una nueva dimensión. El corte se hace con precisión milimétrica, lámina a lámina, con técnica y respeto. El resultado es un plato ligero, limpio y con carácter. Una propuesta en la que el protagonismo lo tiene el producto, sin más adornos. Porque cuando se trabaja con atún de verdad, todo lo demás sobra. Cada detalle está pensado para destacar la esencia marina de este bocado.

Una joya marina en dos ciudades

Este carpaccio de atún se sirve tanto en Marbella como en Madrid. En Lobito de Mar, el entorno amplifica la experiencia: elegante, fresco y con alma marinera. No se trata solo de comer, sino de vivir el Mediterráneo desde el plato. Detrás de cada lámina hay una historia que empieza en el mar del sur. Pasa por las manos expertas de Gadira y termina en la cocina de Dani García. Una historia de respeto, calidad y compromiso con el sabor auténtico. En Madrid, este carpaccio de atún acerca el mar a la ciudad con toda su intensidad. En Marbella, se disfruta con el rumor de las olas de fondo. Ambas ciudades, ofrecen una experiencia de lo más marina: emoción, técnica y sabor verdadero. Este plato representa la conexión entre la tradición de la almadraba y la visión contemporánea de Dani García.

El atún rojo de almadraba es uno de los tesoros más valorados del mar y en los restaurantes del chef Dani García es un ingrediente esencial, apreciado no solo por su intenso sabor, sino también por las propiedades que lo hacen único. Una de esas propiedades es el colágeno, una proteína natural que juega un papel crucial en la textura y jugosidad de este pescado. Para garantizar la máxima calidad, Dani García confía en Gadira, que ofrece atún rojo capturado de forma sostenible mediante la técnica tradicional de la almadraba.

El poder del colágeno en el atún rojo

El colágeno es una proteína estructural que se encuentra en los tejidos conectivos de los animales, incluido el atún rojo de almadraba. Esta proteína no solo aporta beneficios nutricionales, sino que también es responsable de la textura jugosa y firme que tanto apreciamos en este pescado. Sin embargo, para disfrutar de su verdadera jugosidad, es esencial cocinar el atún correctamente. Si se cocina a fuego demasiado alto, el colágeno no tiene tiempo de fundirse, lo que puede hacer que el pescado quede seco y chicloso. Para evitarlo, lo ideal es cocinarlo a fuego lento, permitiendo que el colágeno se derrita y se mezcle con las fibras musculares, logrando así una textura suave y jugosa que se deshace en el paladar.

Cómo cocinar el atún para aprovechar al máximo su colágeno

Para sacar el máximo partido al colágeno del atún rojo, es fundamental respetar ciertas técnicas de cocción. Una opción es el tataki, una técnica japonesa que consiste en marcar el atún rápidamente a alta temperatura y luego enfriarlo, lo que sella los jugos en su interior mientras mantiene su textura suave. Otra forma es a la parrilla, pero siempre cuidando no sobrecocerlo para que no pierda su jugosidad natural. También se puede optar por guisos a fuego lento, donde el colágeno tiene tiempo de fundirse por completo, potenciando el sabor y la textura del plato. Gadira, se asegura de que cada pieza de atún mantenga intactas estas propiedades, garantizando una experiencia gastronómica inigualable.

Beneficios del colágeno del atún rojo más allá del sabor

Además de mejorar la textura, el colágeno del atún rojo también ofrece múltiples beneficios para la salud. Esta proteína es conocida por mejorar la elasticidad de la piel, fortalecer las articulaciones y promover la salud ósea. Por eso, cuando disfrutas de un plato de atún rojo en Lobito de Mar, no solo estás saboreando una delicia marina, sino que también estás aportando nutrientes esenciales a tu cuerpo. Y con Gadira, puedes estar seguro de que cada pieza es una experiencia saludable y sostenible.

Hay señales que marcan el inicio del buen tiempo. Días más largos. Cielos más azules. Ganas de mar, y ganas de espetos, porque en cuanto llegan los meses sin R en Lobito de Mar, sabemos que algo cambia. Que ya huele a verano, a brasas encendidas, a espetos asomando sobre la arena, a un limón partido, a sal.
Mayo es el mes que lo confirma. La “R” se ha ido. El calor se queda y los espetos, también.
Es el momento exacto en el que se alinean el hambre, la nostalgia y las ganas de buen tiempo.

Una mesa mirando al mar. Una cerveza helada. Un espeto que se deja esperar. Pero que cuando llega, lo hace con gloria. Sardinas crujientes por fuera, jugosas por dentro. El sabor que te transporta. Y ese ritual que, aunque parezca sencillo, no lo es. Porque hacer un espeto no es solo pinchar una sardina. Es fuego, tiempo, brisa. Y en mayo, todo eso se vive mejor en Lobito de Mar.

Espetos al sol

Aquí, el espeto es tradición, cada caña, cada vuelta, cada punto exacto de sal, cada carbón encendido, son momentos que saben a verano. Y así, mayo nos da la bienvenida a todo eso, a las risas que se alargan, a los domingos sin reloj. Todo sabe distinto cuando hay brasas.
Aquí hay espetos que cuentan historias que empiezan en un chiringuito, y que se quedan contigo para siempre.

Por eso, cuando escuches “espetos”, piensa en mayo. Piensa en sol. Piensa en Lobito de Mar.
Porque aquí los meses sin R se celebran. Se viven. Se saborean con las manos. Con el alma.
Es la temporada que nos recuerda que lo mejor está por venir. Que la felicidad puede servirse en caña.
Que un espeto recién hecho vale más que mil palabras. Y que mayo huele a humo, sal y promesa.
Promesa de verano. De días sin prisa. De sabor auténtico. De esas cosas que solo pasan en Lobito de Mar.

Así que ya lo sabes. Si es mayo, hay espetos, si hay espetos, hay brasas, si hay brasas, hay Lobito de Mar y, si estás en Lobito de Mar, es que han vuelto los meses sin R.

Con la llegada de la primavera, el mar vuelve a latir con fuerza en la cocina.Y eso solo puede significar una cosa: comienza la temporada de atún en Lobito de Mar. Una época que marca el calendario gastronómico con tinta roja, como el lomo del atún más preciado: el atún rojo de Almadraba.
Desde el 23 de abril hasta el 1 de junio, Lobito de Mar Madrid y Marbella se convierten en templos del sabor marino.El chef Dani García ha diseñado una carta exclusiva centrada en el atún, con recetas que rinden homenaje a este producto extraordinario.

La carta incluye elaboraciones inéditas como ceviche de lomo blanco o chirashi sushi de lomo negro.
También destacan propuestas como la ventresca en escabeche de pimentón o el contramormo guisado con alma gaditana. El atún es el protagonista absoluto y cada plato demuestra su versatilidad y su potencia gastronómica.

Ronqueos

Además, Grupo Dani García ha preparado dos ronqueos de atún rojo salvaje de Almadraba en colaboración con Gadira. Gadira es una empresa referente por su apuesta por una pesca sostenible y selectiva, respetuosa con el entorno. El primer ronqueo será el 9 de mayo en Tragabuches Marbella, en una jornada que une mar, tierra y tradición.
Ese día, también se hará una demostración del despiece del cerdo ibérico de Cinco Jotas, otra joya de la gastronomía nacional. Los asistentes podrán disfrutar de una cena maridada con los mejores cortes de atún y cerdo, finalizando con una Cruzcampo bien fría.

El segundo ronqueo se celebrará el 13 de mayo en Dani Brasserie, en la terraza del Four Seasons Hotel Madrid.Con vistas al skyline madrileño, este evento permitirá ver en directo la técnica ancestral del ronqueo.Una práctica precisa y casi hipnótica que honra la nobleza del atún rojo de Almadraba.
Un espectáculo gastronómico que no deja indiferente a quien lo presencia y que eleva el producto a una categoría casi artística.

El arte del atún

Pero si hay algo que no puedes perderte esta primavera, es la temporada de atún en Lobito de Mar.
Una propuesta única para disfrutar del atún como nunca antes, con el sello creativo de Dani García.
Cada receta ha sido pensada para emocionar al comensal, para transportarlo al Atlántico más puro.
Desde un bocado crudo y fresco hasta uno cocinado a fuego lento, el atún se expresa en todos sus registros.

Esta nueva edición de “El Arte del Atún” es una celebración de la costa andaluza, de sus sabores y de sus raíces. Y lo hace desde dos ciudades diferentes, pero con un mismo objetivo: rendir homenaje al atún y su historia. En cada plato hay mar, hay oficio y hay respeto por un producto que lo merece todo. Una temporada que solo dura unas semanas, pero que deja huella en quienes la viven.

Hay momentos en los que Marbella se vuelve pura magia. Cuando el incienso se respira en el aire, la ciudad late al ritmo de los tambores y la costa se llena de luz, sabemos que ha llegado la Semana Santa. Semana Santa, planes y el arte de comer bien se funden aquí con la naturalidad de una tarde al sol. Este año, la tradición y la gastronomía se dan la mano en nuestros espacios, donde cada rincón invita a saborear la esencia de Málaga.

En Marbella, la Semana Santa es cultura, es gastronomía, es paisaje. Es ese plan perfecto que empieza con un café al sol, sigue con un arroz frente al mar, se cruza con una procesión en calle Ancha y termina con un cóctel en buena compañía. Por eso, este año, los mejores planes para Semana Santa están aquí. Sin necesidad de salir de la ciudad, sin renunciar al sabor, con toda la emoción que Málaga guarda para estos días tan especiales.

Comer en Marbella

Desde la tradición más pura hasta la innovación en la mesa, nuestras marcas están listas para acompañarte. Porque cada procesión tiene su pausa, y cada emoción, su bocado. En Marbella, los recuerdos también se comen.

En Tragabuches Marbella, la Semana Santa se vive con nostalgia y cuchara. En pleno corazón de la ciudad, cuando los pasos recorren las calles y el murmullo se convierte en emoción, nuestro restaurante se convierte en refugio. Comer en Marbella aquí, cobra otro sentido: es rendir homenaje a la cocina de siempre, la que huele a casa. “Andalucía en la mesa”, recoge el alma de cada guiso y la convierte en ritual. Ideal para los que buscan hacer una parada entre procesiones, sin renunciar al sabor de lo auténtico.

Opciones para no aburrirse

Y si decides escapar del bullicio y te dejas llevar por la brisa del Atlántico, BiBo Tarifa te espera con el alma del sur más libre. Su cocina desenfadada, viajera y llena de color es un guiño a los que entienden la Semana Santa como una celebración en movimiento. Aquí los planes se mezclan con cócteles que saben a verano adelantado. Si buscas planes diferentes en Semana Santa, nada como poner rumbo a Tarifa y descubrir la versión más nómada y divertida de BiBo.

Leña, por su parte, se enciende con la fuerza del fuego y del ambiente. Cuando cae la noche y Marbella se viste de mantilla, Leña se convierte en punto de encuentro. Aquí el carbón y la brasa cuentan su propia pasión. Perfecto para quienes, tras un día de emoción y tradición, quieren saborear la intensidad de una carne al punto justo, acompañada de buen vino y conversación. Porque Semana Santa y planes en Marbella no son solo procesiones: también son cenas que se recuerdan.

Para quienes se escapan a la playa y quieren un plan con vistas, Lobito de Mar lo pone fácil. Cerca del mar, sin necesidad de alejarse del centro, el tapeo se convierte en arte. Desde unos boquerones al limón hasta el famoso arroz con carabineros, comer en Málaga aquí, significa rendirse al producto y al sabor. Ideal para quienes viven la Semana Santa sin prisas, entre paso y paso, con el sonido del mar de fondo.

La gastronomía es un viaje que sigue el ritmo de la naturaleza. Cada estación trae consigo ingredientes que alcanzan su punto óptimo de sabor y textura. La anguila, un producto de temporada, es una joya gastronómica que conquista los paladares más exigentes. En Lobito de Mar, Dani García la transforma en una experiencia culinaria inigualable.

Un producto de temporada imprescindible

La anguila es un pescado de carne firme y grasa infiltrada que, ofrece un sabor profundo y una textura sedosa. Su consumo se ha popularizado en la alta cocina, y su temporalidad la convierte en una elección exclusiva para quienes buscan lo mejor en cada época del año.

En Lobito de Mar, Dani García ha sabido aprovechar su versatilidad en recetas innovadoras. Su versión ahumada eleva este producto de temporada a otro nivel. Es una opción sofisticada y llena de matices que encaja a la perfección con la cocina marinera del chef.

La ensaladilla rusa con anguila ahumada

Uno de los platos que mejor representan a Lobito de Mar es la ensaladilla rusa con anguila ahumada. Una receta que fusiona lo tradicional con lo inesperado, realzando el sabor de este producto de temporada.

La ensaladilla rusa es un clásico de la gastronomía española. Su cremosidad y su equilibrio de sabores la hacen irresistible. En la versión de Dani García, la anguila ahumada aporta un toque de sofisticación. Su sabor ahumado se funde con la suavidad de la ensaladilla, creando una combinación perfecta.

Lobito de Mar: la tradición marinera reinventada

Lobito de Mar es el reflejo del amor de Dani García por la cocina del mar. Un restaurante donde los productos frescos son los protagonistas. Cada plato es un homenaje a la tradición marinera, reinterpretada con una visión contemporánea.

La primavera llega cargada de nuevos planes para disfrutar del buen tiempo, y qué mejor manera de celebrarlo que con las propuestas gastronómicas de Grupo Dani García. Esta temporada, además, Lobito de Mar se corona con una campaña especial que no querrás perderte. Si eres un amante de los cócteles frescos, el atún y los postres creativos, la primavera se presenta como la oportunidad perfecta para disfrutar de una experiencia única. Aquí te contamos todo lo que no te puedes perder.

Lobito de Mar: Un cóctel y un postre para celebrar la primavera

Lobito de Mar, uno de los restaurantes más emblemáticos de Dani García, ha lanzado una campaña especial para dar la bienvenida a la primavera. Desde el 21 de marzo hasta el 30 de abril, puedes endulzar tu comida o cena con «El salitre más dulce», una propuesta que incluye sabores frescos que te transportarán al mar.

Los cócteles destacados son el Andaluces y Marineros, un cóctel refrescante con un toque cítrico que evoca la brisa del mar, y el Expresso Martini, perfecto para quienes buscan una mezcla entre el dulzor del café y la intensidad del licor. Para cerrar esta experiencia, el Happy Hippo, un postre delicioso que hará que tu paladar celebre la primavera en cada bocado.

Además, Lobito de Mar también presenta la Golden Flower de abril a junio, una promoción muy especial. Si reservas entre semana (de lunes a viernes, no festivos) en el mes de abril, recibirás una tarjeta con la flor dorada. ¿Qué hace tan especial esta tarjeta? Aquellos afortunados que la encuentren ganarán una experiencia gastronómica única. ¡Una manera divertida y deliciosa de celebrar la primavera!

Leña: El sabor de la brasa para la primavera

Si lo que buscas es una experiencia más ahumada, Leña es el lugar perfecto para ti. Dani García lleva su amor por la cocina a la brasa a otro nivel con platos que celebran los productos de temporada. En primavera. Cada plato es una muestra de la calidad y el cuidado con que se eligen los ingredientes.

Tragabuches: Un toque de tradición en la primavera

Si prefieres los sabores tradicionales andaluces con un toque moderno, Tragabuches es tu lugar. Aquí, la cocina de Dani García rescata los platos más representativos de la región, dándoles una vuelta creativa y fresca para adaptarlos a la primavera. Cada plato está pensado para resaltar los ingredientes de temporada, lo que hace que cada visita sea una experiencia diferente.

Sin duda, Tragabuches es un lugar que fusiona la tradición con la vanguardia, creando una oferta irresistible para los paladares más exigentes.

BiBo Madrid: Primavera en la capital

Esta primavera, BiBo se llena de sabores refrescantes que incluyen pescados frescos, mariscos y verduras locales, ideales para acompañar con un buen vino o cóctel.

Con la llegada de la primavera, el restaurante se convierte en un espacio perfecto para relajarse, disfrutar de la buena comida y, por supuesto, de la agradable temperatura que caracteriza a esta estación.