El atún rojo de almadraba es uno de los tesoros más valorados del mar y en los restaurantes del chef Dani García es un ingrediente esencial, apreciado no solo por su intenso sabor, sino también por las propiedades que lo hacen único. Una de esas propiedades es el colágeno, una proteína natural que juega un papel crucial en la textura y jugosidad de este pescado. Para garantizar la máxima calidad, Dani García confía en Gadira, que ofrece atún rojo capturado de forma sostenible mediante la técnica tradicional de la almadraba.

El poder del colágeno en el atún rojo

El colágeno es una proteína estructural que se encuentra en los tejidos conectivos de los animales, incluido el atún rojo de almadraba. Esta proteína no solo aporta beneficios nutricionales, sino que también es responsable de la textura jugosa y firme que tanto apreciamos en este pescado. Sin embargo, para disfrutar de su verdadera jugosidad, es esencial cocinar el atún correctamente. Si se cocina a fuego demasiado alto, el colágeno no tiene tiempo de fundirse, lo que puede hacer que el pescado quede seco y chicloso. Para evitarlo, lo ideal es cocinarlo a fuego lento, permitiendo que el colágeno se derrita y se mezcle con las fibras musculares, logrando así una textura suave y jugosa que se deshace en el paladar.

Cómo cocinar el atún para aprovechar al máximo su colágeno

Para sacar el máximo partido al colágeno del atún rojo, es fundamental respetar ciertas técnicas de cocción. Una opción es el tataki, una técnica japonesa que consiste en marcar el atún rápidamente a alta temperatura y luego enfriarlo, lo que sella los jugos en su interior mientras mantiene su textura suave. Otra forma es a la parrilla, pero siempre cuidando no sobrecocerlo para que no pierda su jugosidad natural. También se puede optar por guisos a fuego lento, donde el colágeno tiene tiempo de fundirse por completo, potenciando el sabor y la textura del plato. Gadira, se asegura de que cada pieza de atún mantenga intactas estas propiedades, garantizando una experiencia gastronómica inigualable.

Beneficios del colágeno del atún rojo más allá del sabor

Además de mejorar la textura, el colágeno del atún rojo también ofrece múltiples beneficios para la salud. Esta proteína es conocida por mejorar la elasticidad de la piel, fortalecer las articulaciones y promover la salud ósea. Por eso, cuando disfrutas de un plato de atún rojo en Lobito de Mar, no solo estás saboreando una delicia marina, sino que también estás aportando nutrientes esenciales a tu cuerpo. Y con Gadira, puedes estar seguro de que cada pieza es una experiencia saludable y sostenible.

El pasado 9 de mayo, Tragabuches Marbella se convirtió en el epicentro de la tradición gastronómica andaluza al acoger un evento que combinó dos de las técnicas más ancestrales de la cocina: el ronqueo de atún y el despiece de cerdo. Este evento no solo rindió homenaje a dos pilares fundamentales de la cocina mediterránea, sino que también acercó a los asistentes a la esencia de la cocina andaluza, donde cada corte y cada pieza cuentan una historia cargada de sabor y tradición.

El arte del ronqueo

De la mano de Gadira, el ronqueo del atún es una práctica que se ha perfeccionado durante siglos en las costas de Andalucía, especialmente en las almadrabas del sur. Esta técnica, que debe su nombre al sonido que produce el cuchillo al rozar la espina del atún, es todo un ritual que requiere precisión y destreza. Durante el evento, los asistentes pudieron presenciar cómo se despieza un atún de gran tamaño, siguiendo los pasos tradicionales que comienzan con la separación de la cabeza y continúan con cortes precisos para extraer las partes más nobles del pez, como el descargamento, el tarantelo, la ventresca y el lomo negro. Cada corte tiene su propio carácter y destino en la cocina, y es precisamente esta diversidad lo que convierte al atún en una joya gastronómica.

Además de ser una experiencia visual impresionante, el ronqueo es también una lección sobre sostenibilidad y aprovechamiento. Nada se desperdicia; cada parte del atún encuentra su lugar en la cocina. Es un recordatorio de cómo la gastronomía puede ser tanto arte como responsabilidad, reflejando el profundo respeto de los pescadores andaluces por el mar que les nutre.

El despiece del cerdo

Pero no solo el mar fue protagonista esa noche en Tragabuches Marbella. El despiece del cerdo de la mano de Cinco Jotas, una tradición profundamente arraigada en la cultura rural andaluza, también capturó la atención de los comensales. Este proceso es igual de meticuloso y respetuoso que el ronqueo, y su importancia en la cultura culinaria española es innegable. Desde los cortes más conocidos como el solomillo, el secreto y la presa, hasta partes menos populares pero igualmente sabrosas como la carrillada o el lagarto, cada pieza del cerdo tiene un propósito en la cocina y un lugar en las recetas tradicionales.

El despiece del cerdo es un arte que requiere conocimiento profundo de la anatomía del animal y una habilidad excepcional para aprovechar cada parte al máximo. Al igual que en el ronqueo, aquí también se valora el respeto por el producto y la tradición. Los asistentes pudieron aprender sobre los usos de cada corte y cómo cada parte del cerdo puede transformarse en platos únicos, desde embutidos artesanales hasta asados que se derriten en la boca.

Una experiencia gastronómica completa

Este evento en Tragabuches Marbella fue más que una simple exhibición de técnicas de corte. Fue una inmersión en la cultura gastronómica , donde el respeto por los ingredientes y la conexión con las raíces se sintieron en cada movimiento del cuchillo. Además, los chefs presentes aprovecharon la ocasión para crear platos únicos, combinando los sabores intensos del atún de almadraba con la robustez del cerdo ibérico, creando así una sinfonía de texturas y sabores que rindió homenaje a ambos animales.

Para muchos de los asistentes, esta fue una oportunidad única para comprender el verdadero significado del respeto al producto, la importancia del origen y la magia de transformar ingredientes en experiencias inolvidables. En un mundo cada vez más desconectado de sus raíces culinarias, eventos como este en Tragabuches Marbella son esenciales para mantener viva la tradición y recordar que, en la cocina, cada corte cuenta una historia y cada plato es un reflejo de la cultura que lo crea.

Barcelona está a punto de encender sus fogones para uno de los eventos gastronómicos más esperados del año: Tast a la Rambla. Del 8 al 11 de mayo, la Plaza de Cataluña se transformará en el epicentro del buen comer, reuniendo a chefs y restaurantes de toda la ciudad para celebrar la diversidad culinaria que define a esta vibrante metrópoli. Y este año, Leña Barcelona estará allí, listo para dejar su huella entre el aroma del fuego y el sonido de la buena música.

La llama que nos une

En Leña Barcelona, el fuego es más que una técnica: es una filosofía. La llama que aviva nuestros hornos y parrillas no solo cocina, sino que crea experiencias. Por eso, cuando supimos que Tast a la Rambla volvía a encenderse en pleno corazón de la ciudad, supimos que teníamos que estar allí. Es el lugar perfecto para compartir nuestra pasión por las brasas, y qué mejor embajador que nuestra ya icónica burger, un plato que se ha convertido en una referencia para quienes buscan el equilibrio perfecto entre el sabor intenso y la técnica impecable.

Un paseo por los sabores de Barcelona

Tast a la Rambla no es solo un festival; es un homenaje a la gastronomía barcelonesa y a los valores que hoy definen su cocina: sostenibilidad, respeto al medio ambiente y política de Km0. Durante cuatro días, la Plaza de Cataluña se llenará de mostradores rebosantes de ingredientes frescos, platos elaborados y propuestas que cuentan historias en cada bocado. Leña Barcelona no podría faltar en esta celebración. Nuestro espacio será un reflejo de nuestra esencia: el respeto por el producto y la pasión por el fuego. Además, esta edición contará con showcookings, catas en directo y actuaciones musicales que llenarán el aire de energía y sabor.

Una experiencia con sabor a victoria

Y como queremos que tu visita a nuestro rincón de fuego sea inolvidable, hemos preparado algo especial. Todos los que se acerquen a disfrutar de nuestra burger en Tast a la Rambla podrán participar en un sorteo exclusivo. Es nuestra forma de agradecer a quienes se atreven a probar, a explorar y a vivir el espíritu de Leña. Así que ya sabes, del 8 al 11 de mayo, pásate por Plaza de Cataluña, prueba nuestra burger y deja que el fuego haga el resto. Porque en Leña Barcelona, cada bocado es una chispa de sabor, y cada chispa, una oportunidad de ganar.

Te esperamos en Tast a la Rambla, donde la llama nunca se apaga y el sabor es el verdadero protagonista.

Hay lugares donde el tiempo parece detenerse, y Tarifa es uno de ellos. Aquí, cuando el viento sopla y el sol acaricia el mar, el sur se convierte en un estado de ánimo. Entre los muchos planes en Tarifa, hay uno que brilla con luz propia: dejarse llevar por el ritmo relajado del día hasta que llega ese momento mágico en el que todo se tiñe de dorado. Porque sí, si algo tiene Tarifa, además del buen tiempo y su energía vibrante, son los atardeceres que parecen salidos de una postal. Y en ese instante, justo cuando el cielo se transforma, hay un lugar donde todo cobra sentido: BiBo Tarifa.

Es difícil no enamorarse de esta ciudad donde el Atlántico y el Mediterráneo se abrazan. Aquí, el plan no es correr, sino fluir. Comienza el día con un paseo por la arena de Valdevaqueros, con el murmullo de las olas como única banda sonora. Los planes en Tarifa siempre empiezan bien si se empieza en el mar. Y después, cuando el sol comienza a subir, llega el momento de perderse por las calles del centro, donde el blanco de las fachadas contrasta con los tonos turquesa de puertas y ventanas.

El día avanza sin prisa y se agradece esa calma que solo se encuentra aquí. Tarifa es luz, pero también es sabor. Por eso, cuando el hambre aprieta y el cuerpo pide un homenaje, la respuesta es clara: BiBo Tarifa. No se trata solo de comer, sino de vivir una experiencia. Con el sello del chef Dani García, este rincón gastronómico se convierte en el punto de encuentro perfecto para quienes buscan una cocina sin fronteras pero con alma andaluza. En pleno paseo marítimo, con vistas al océano, se despliega una carta viajera que captura la esencia de todos los lugares donde ha estado el chef, sin olvidar las raíces del sur.

BiBo y Tarifa

Imagina saborear un brioche de rabo de toro o un tartar de atún rojo mientras el sol empieza a caer sobre el mar. Porque los atardeceres en BiBo Tarifa no solo se ven, se sienten. Todo se ralentiza, las conversaciones bajan de tono y el horizonte se convierte en el protagonista. Hay algo casi hipnótico en ver cómo el cielo pasa del azul al naranja, luego al rojo, y finalmente se funde con la noche. Es uno de esos planes en Tarifa que no necesitan filtros ni más palabras, porque lo dicen todo por sí solos.

Y si después de la cena aún quedan ganas de seguir, Tarifa ofrece mil formas de prolongar el día. Desde una copa con música en directo hasta una caminata bajo las estrellas, el ambiente no decae. BiBo Tarifa se convierte muchas noches en ese punto de partida para lo que venga después. Porque en esta ciudad el día nunca acaba del todo; simplemente cambia de ritmo. El buen tiempo lo permite casi todo el año, y eso hace que cada visita sea distinta pero igual de especial.

Quizá por eso tantos repiten. Porque Tarifa tiene algo que atrapa. Un magnetismo difícil de explicar, pero fácil de sentir. Y cuando alguien pregunta qué hacer aquí, la respuesta siempre incluye mar, sol y sabor. Siempre incluye Valdevaqueros, algún rincón secreto descubierto al azar, y por supuesto, una visita a BiBo Tarifa, donde la cocina se convierte en recuerdo. Donde los sentidos se afinan y los momentos se alargan.

Al final, lo que uno se lleva de Tarifa no son solo fotos, sino sensaciones. Ese viento en la cara, el sol acariciando la piel, una carcajada en una terraza, el último bocado de una cena que no quieres que termine. Los planes en Tarifa son, en realidad, una excusa para volver. Porque siempre hay un nuevo rincón por descubrir, un nuevo atardecer que te deja sin aliento, un nuevo plato que no sabías que necesitabas probar.

Tarifa es más que un destino. Es una forma de estar. Y dentro de todo lo que ofrece, BiBo Tarifa se alza como un imprescindible. Un lugar donde lo cotidiano se vuelve especial, donde cada detalle suma y donde el sur se saborea con cada bocado. Aquí, los atardeceres no son solo un espectáculo visual, sino el comienzo de una noche mágica. Y si tienes suerte, quizá te sorprendas deseando que no termine nunca. Porque en Tarifa, el mejor plan es dejarte llevar.

El Día de la Madre siempre llega con una promesa: la de celebrarla como se merece. En Grupo Dani García, hay muchas formas de hacerlo, pero pocas tan memorables como comer bien. Muy bien. Porque si hay algo que sabe hacer una madre, es cuidar. Y si hay algo que sabe hacer Dani García, es elevar esos cuidados a través de la gastronomía.

Para los que crecimos con una cuchara de caldo entre las manos y una croqueta casera como premio a una tarde difícil, sabemos que hay platos que no se olvidan. Son recetas que tienen nombre propio. A veces es el de tu madre. A veces, el de tu abuela. Otras, el de un chef que entendió que la cocina también es emoción.

Este Día de la Madre, quisimos volver al origen. Pero con el sabor de hoy. En las mesas de Tragabuches, los guisos tradicionales se reinterpretan con el respeto de quien recuerda. Un fondo de puchero, una cucharada de cariño y el recuerdo de aquellas meriendas infinitas que sabían a hogar. Comer en Grupo Dani García es volver a casa sin salir del presente.

Regala por el Día de la Madre

No todas las madres son iguales, ni todos los planes deben serlo. Algunas son más de brasa. Más intensas, más sabrosas. Para ellas, está Leña. Donde el fuego se convierte en espectáculo y el carbón en arte. Un restaurante que entiende el instinto. Que sabe que hay días en los que el mejor regalo no se envuelve: se sirve al centro de la mesa y se comparte entre risas, entre miradas que hablan sin decir nada.

Otras madres prefieren el mar. Y no cualquier mar. Hablo del que sabe a espeto, a salitre, a verano que empieza antes. Para ellas, está Lobito de Mar, ese rincón marinero que huele a chiringuito con alma de restaurante. Donde los pescados llegan con nombre y los arroces se sirven como si fueran domingos en familia.

Tragabuches no es solo un restaurante. Es un escenario donde ocurren cosas, donde las madres se convierten en protagonistas. Donde la gastronomía se vuelve un lenguaje de amor y tradición. Y este domingo, todas las miradas deben estar puestas en ellas.

Dani García lo entendió hace tiempo: una madre no quiere un ramo, quiere un recuerdo. No quiere un regalo cualquiera, quiere un momento inolvidable. Por eso, en cada una de sus marcas hay un lugar para ella. Una mesa donde todo sabe mejor, donde cada detalle está pensado para que se sienta especial.

Este Día de la Madre, no regales cosas. Regala instantes, sobremesas que se alargan sin mirar el reloj, silencios cómodos y platos que despiertan la memoria. Regala eso que no se compra, pero que sí se recuerda: tiempo con ella.

Porque comer en Grupo Dani García puede ser un gesto de amor. Puede ser una declaración. Puede ser ese “gracias por todo” que a veces no decimos, pero sí sentimos. Y si ese agradecimiento viene en forma de tartar, de una copa de vino, de una brasa lenta o de una receta que huele a infancia, entonces el regalo es perfecto.

Piensa en su plato favorito. Pregunta por ese vino que le gusta. Pide postre aunque digas que no puedes más. Y haz una foto. No para Instagram, sino para el recuerdo. Porque los recuerdos también se sirven en mesa. Y porque comer en Grupo Dani García este Día de la Madre es mucho más que sentarse a la mesa: es celebrar la historia que os une.

Hay señales que marcan el inicio del buen tiempo. Días más largos. Cielos más azules. Ganas de mar, y ganas de espetos, porque en cuanto llegan los meses sin R en Lobito de Mar, sabemos que algo cambia. Que ya huele a verano, a brasas encendidas, a espetos asomando sobre la arena, a un limón partido, a sal.
Mayo es el mes que lo confirma. La “R” se ha ido. El calor se queda y los espetos, también.
Es el momento exacto en el que se alinean el hambre, la nostalgia y las ganas de buen tiempo.

Una mesa mirando al mar. Una cerveza helada. Un espeto que se deja esperar. Pero que cuando llega, lo hace con gloria. Sardinas crujientes por fuera, jugosas por dentro. El sabor que te transporta. Y ese ritual que, aunque parezca sencillo, no lo es. Porque hacer un espeto no es solo pinchar una sardina. Es fuego, tiempo, brisa. Y en mayo, todo eso se vive mejor en Lobito de Mar.

Espetos al sol

Aquí, el espeto es tradición, cada caña, cada vuelta, cada punto exacto de sal, cada carbón encendido, son momentos que saben a verano. Y así, mayo nos da la bienvenida a todo eso, a las risas que se alargan, a los domingos sin reloj. Todo sabe distinto cuando hay brasas.
Aquí hay espetos que cuentan historias que empiezan en un chiringuito, y que se quedan contigo para siempre.

Por eso, cuando escuches “espetos”, piensa en mayo. Piensa en sol. Piensa en Lobito de Mar.
Porque aquí los meses sin R se celebran. Se viven. Se saborean con las manos. Con el alma.
Es la temporada que nos recuerda que lo mejor está por venir. Que la felicidad puede servirse en caña.
Que un espeto recién hecho vale más que mil palabras. Y que mayo huele a humo, sal y promesa.
Promesa de verano. De días sin prisa. De sabor auténtico. De esas cosas que solo pasan en Lobito de Mar.

Así que ya lo sabes. Si es mayo, hay espetos, si hay espetos, hay brasas, si hay brasas, hay Lobito de Mar y, si estás en Lobito de Mar, es que han vuelto los meses sin R.

Con la llegada de la primavera, el mar vuelve a latir con fuerza en la cocina.Y eso solo puede significar una cosa: comienza la temporada de atún en Lobito de Mar. Una época que marca el calendario gastronómico con tinta roja, como el lomo del atún más preciado: el atún rojo de Almadraba.
Desde el 23 de abril hasta el 1 de junio, Lobito de Mar Madrid y Marbella se convierten en templos del sabor marino.El chef Dani García ha diseñado una carta exclusiva centrada en el atún, con recetas que rinden homenaje a este producto extraordinario.

La carta incluye elaboraciones inéditas como ceviche de lomo blanco o chirashi sushi de lomo negro.
También destacan propuestas como la ventresca en escabeche de pimentón o el contramormo guisado con alma gaditana. El atún es el protagonista absoluto y cada plato demuestra su versatilidad y su potencia gastronómica.

Ronqueos

Además, Grupo Dani García ha preparado dos ronqueos de atún rojo salvaje de Almadraba en colaboración con Gadira. Gadira es una empresa referente por su apuesta por una pesca sostenible y selectiva, respetuosa con el entorno. El primer ronqueo será el 9 de mayo en Tragabuches Marbella, en una jornada que une mar, tierra y tradición.
Ese día, también se hará una demostración del despiece del cerdo ibérico de Cinco Jotas, otra joya de la gastronomía nacional. Los asistentes podrán disfrutar de una cena maridada con los mejores cortes de atún y cerdo, finalizando con una Cruzcampo bien fría.

El segundo ronqueo se celebrará el 13 de mayo en Dani Brasserie, en la terraza del Four Seasons Hotel Madrid.Con vistas al skyline madrileño, este evento permitirá ver en directo la técnica ancestral del ronqueo.Una práctica precisa y casi hipnótica que honra la nobleza del atún rojo de Almadraba.
Un espectáculo gastronómico que no deja indiferente a quien lo presencia y que eleva el producto a una categoría casi artística.

El arte del atún

Pero si hay algo que no puedes perderte esta primavera, es la temporada de atún en Lobito de Mar.
Una propuesta única para disfrutar del atún como nunca antes, con el sello creativo de Dani García.
Cada receta ha sido pensada para emocionar al comensal, para transportarlo al Atlántico más puro.
Desde un bocado crudo y fresco hasta uno cocinado a fuego lento, el atún se expresa en todos sus registros.

Esta nueva edición de “El Arte del Atún” es una celebración de la costa andaluza, de sus sabores y de sus raíces. Y lo hace desde dos ciudades diferentes, pero con un mismo objetivo: rendir homenaje al atún y su historia. En cada plato hay mar, hay oficio y hay respeto por un producto que lo merece todo. Una temporada que solo dura unas semanas, pero que deja huella en quienes la viven.

Hay días en el calendario que huelen a historia, a calle, a cultura viva. Días que transforman la ciudad y que nos recuerdan quiénes somos. En Cataluña, uno de esos días es, sin duda, el 23 de abril, fecha en la que celebramos Sant Jordi, el patrón de Cataluña, Leña Barcelona en una jornada en la que se funden dos gestos universales: regalar una rosa y regalar un libro.

En Leña Barcelona, este año nos sumamos a esta celebración de una forma muy especial. Porque si hay algo que define nuestro restaurante, es esa manera tan nuestra de reinterpretar las tradiciones con alma, con fuego, con elegancia. Este Sant Jordi, el fuego de Leña se viste de letras, de pétalos, de emociones.

Una tradición que florece cada abril

Sant Jordi no es solo un día. Es una sensación que se respira en cada esquina de Barcelona: las calles llenas de puestos de libros, los balcones adornados con banderas, los enamorados regalándose rosas, los lectores buscando la dedicatoria perfecta. Es una fiesta que une lo popular con lo poético, lo urbano con lo íntimo.

Y como no podía ser de otra manera, en Leña Barcelona queremos ser parte de esa magia. Queremos que nuestros comensales vivan Sant Jordi no solo en las calles, sino también en la mesa. Por eso, durante todo el 23 de abril, hemos preparado una experiencia que homenajea las dos grandes tradiciones de este día: la rosa y el libro.

Literatura catalana para el alma

Pero Sant Jordi no sería completo sin libros. Y este año, en Leña Barcelona, hemos querido rendir homenaje a la literatura catalana de una forma muy especial. Todos los comensales que nos acompañen el 23 de abril recibirán, como obsequio, un libro de poemas de autores catalanes. Un pequeño regalo con mucho corazón, seleccionado cuidadosamente para que cada página sea una chispa de emoción.

Porque creemos que la gastronomía también es cultura. Que un plato puede conmover tanto como un verso. Y que las palabras, igual que el fuego, pueden dejar huella.

Un día para saborear con todos los sentidos

La experiencia de Sant Jordi en Leña Barcelona está pensada para disfrutarse con todos los sentidos: el aroma de la Tarda di Rose, la textura del papel entre las manos, los sabores ahumados de nuestra cocina a la brasa, la calidez del ambiente y la emoción de una ciudad rendida a los libros y a las flores.

Nuestra carta, como siempre, estará disponible con los platos que reinterpretan la tradición desde la técnica del fuego. Pero este día todo tendrá un sabor distinto, más festivo, más literario. Porque cuando la ciudad celebra, nosotros también.

Sant Jordi, la tradición que arde en Leña

La historia de Sant Jordi es una historia de valentía, de belleza y de cultura. El caballero, la princesa, el dragón y la rosa se han transformado en símbolos de una jornada única que solo se vive así en Cataluña. Y en Leña Barcelona, hemos querido que cada uno de nuestros clientes sienta esa tradición, esa pasión y ese orgullo por lo que somos.

Así que este 23 de abril, ven a vivir Sant Jordi con nosotros. Regálate un momento especial. Comparte una rosa, saborea un cóctel, llévate un libro. Que la poesía no solo se lea: que se sienta, que se beba, que se comparta.

Leña Barcelona arde de ganas por celebrar contigo el Día del Libro. Porque cuando la tradición se mezcla con el fuego, nace algo inolvidable.

Si te preguntas qué comer en Semana Santa y estás en busca de sabores con alma andaluza, las torrijas de Tragabuches son la respuesta perfecta. Tanto en Tragabuches Marbella como en su versión madrileña, este clásico de la repostería española se convierte en un bocado de tradición y vanguardia. En estas fechas, donde la devoción se siente en las calles y en cada mesa, el restaurante recupera ese sabor de infancia y lo viste con la elegancia que define a Grupo Dani García.

En Málaga, la Semana Santa se vive con una intensidad especial. Las procesiones, el incienso, las saetas… y cómo no, las torrijas. Este postre tan nuestro, humilde en sus orígenes pero lleno de matices, vuelve a la vida con una receta que respeta la tradición y la eleva a lo gourmet. En Tragabuches Marbella, el chef ha querido rendir homenaje a las raíces andaluzas con una versión melosa, aromática y absolutamente irresistible.

La clave está en el pan, que no es cualquiera. Se prepara con una miga densa y suave a la vez, perfecta para absorber la leche infusionada. Una mezcla que lleva canela en rama, piel de limón, azúcar y una pizca de vainilla. El pan reposa en este baño durante horas, empapándose de todo el sabor antes de ser rebozado en huevo y dorado en una sartén con mimo. El resultado: una torrija tierna, jugosa, que se deshace en la boca y que te traslada, bocado a bocado, a los días de Semana Santa en casa de tu abuela.

En Tragabuches Madrid, esta receta se presenta con un guiño cosmopolita. Mantiene la esencia pero juega con el emplatado y los contrastes. Aquí, la torrija llega acompañada de una crema ligera de vainilla y helado artesanal de leche merengada, añadiendo un toque fresco y contemporáneo. Porque en pleno barrio de Salamanca, también hay espacio para saborear la tradición con un punto sofisticado.

Tragabuches más dulce

Las torrijas de Tragabuches no son solo un postre, son una experiencia. Un viaje emocional que conecta con la infancia, con el sur, con la cocina que habla de raíces. En Semana Santa, cuando el cuerpo pide recogimiento y el alma busca consuelo en los sabores de siempre, este dulce se convierte en un abrazo. Ya estés en Marbella, con el mar a pocos pasos, o en Madrid, entre el bullicio urbano, la sensación es la misma: estás en casa.

Pero si algo distingue a Tragabuches es su forma de interpretar lo de siempre como si fuera nuevo. En Málaga, donde la Semana Santa forma parte del ADN cultural, se respira esa conexión entre lo espiritual y lo gastronómico. Las torrijas, que nacieron como forma de aprovechar el pan duro durante la Cuaresma, se convierten aquí en una declaración de amor por la cocina de aprovechamiento, por el sabor sin artificios.

¿Qué comer en Semana Santa? La pregunta tiene muchas respuestas, pero ninguna tan dulce y reconfortante como una torrija bien hecha. Es ese momento de pausa tras una buena comida, el final perfecto para una mesa en familia. En Tragabuches, además, el entorno acompaña. La luz del sur en Marbella, la elegancia urbana de Madrid… Todo suma para que este clásico brille con luz propia.

Y no es casualidad que en ambos restaurantes, Marbella y Madrid, se apueste por este postre en estas fechas. Porque cuando se habla de identidad, de raíces y de emoción, pocas cosas son tan poderosas como una torrija. En Semana Santa, Tragabuches te invita a saborear la tradición con el sello de Dani García: respeto por el producto, técnica impecable y una sensibilidad que va más allá del plato.

BiBo Tarifa vuelve a abrir sus puertas el próximo 11 de abril. Lo hace para inaugurar una nueva temporada en la playa de Valdevaqueros, uno de los rincones más especiales de la costa gaditana.

Este beach club del chef Dani García regresa con una propuesta renovada. Su carta se inspira en el producto local, la cocina internacional y los sabores del verano. Además, su programación de ocio promete convertirlo en uno de los destinos imprescindibles de Tarifa.

SEMANA SANTA CON SABOR A VERANO

BiBo Beach House arranca su sexta temporada coincidiendo con la llegada de Semana Santa. Su cocina se centra en ingredientes frescos y de temporada. Todo ello, acompañado de cócteles creativos pensados para disfrutar del buen tiempo.

Algunos de los favoritos de la carta líquida son el Mojito Asado con piña, el Apple Pie Fizz con Jack Daniels Apple, amaretto y tarta de manzana o el Cocango, elaborado con ron, azúcar de coco, chocolate blanco, piña y mango.

Cócteles ideales para brindar, relajarse y vivir la primavera en plena naturaleza.

Este espacio está completamente integrado en el entorno natural de Valdevaqueros. Además, ha sido construido con materiales sostenibles. En él, se puede disfrutar de la cocina de Dani García, la brisa marina y el sonido de las olas.

El próximo 23 de junio, BiBo celebrará la noche de San Juan, coincidiendo con su sexto aniversario. Será una velada mágica, bajo las estrellas y con rituales de deseos a medianoche. Todo ello, en un ambiente desenfadado y veraniego.

MÚSICA EN DIRECTO Y ATARDECERES

Durante julio y agosto, BiBo Tarifa ampliará su horario y abrirá todos los días para almuerzos y cenas. Además, cada semana habrá conciertos en su zona chill out, justo frente a la duna de Valdevaqueros. Música, cócteles y atardeceres únicos frente al Atlántico.

Con una ubicación privilegiada, cocina de autor y una agenda vibrante, BiBo Tarifa es el lugar perfecto para dejarse llevar por la magia del sur.