Grupo Dani García y Puente Romano Marbella, organizan un encuentro único en homenaje al laureado chef español Martín Berasategui, tras 50 años de profesión, que reunirá a más de 20 chefs del panorama gastronómico nacional consolidando su papel como epicentro de la alta gastronomía en la Costa del Sol. Durante los días 16 y 17 de noviembre, el resort marbellí acogerá esta cita excepcional que congregará a algunas de las principales figuras de la cocina española en torno al legado y la trayectoria del chef donostiarra.

En este contexto, Puente Romano Marbella – reconocido por su propuesta gastronómica con más de 20 restaurantes y bares, entre ellos Leña, con una total excelencia y variedad culinaria – ofrecerá el escenario perfecto para esta velada irrepetible. Su atmósfera y su historia como punto de encuentro de grandes marcas de restaurantes mundialmente conocidas, lo consolidan como el enclave ideal para rendir tributo a Berasategui.

Durante estas jornadas, 19 chefs de renombre como Albert Adrià, Francis Paniego, Paco Morales, Paolo Casagrande, Ramón Freixa, Ricard Camarena, Toño Pérez, Diego Guerrero, Alberto Chicote, Jesús Sánchez, Ángel León, Samantha Vallejo, Joan Roca, Josean Alija, Marcos Moran, Hermanos Torres, Erlantz Gorostiza, José Carlos García o Nandu Jubany, todos ellos trabajarán de forma conjunta en la elaboración de un menú que no solo buscará sorprender a los sentidos, sino también transmitir la admiración por el legado de Berasategui. Cada propuesta gastronómica formará parte de una narrativa coral que reflejará la diversidad, el talento y la excelencia de la cocina española actual.

Un coloquio de estrellas de la gastronomía

El tributo dará comienzo el domingo, con una cena privada en el restaurante GAIA, dentro de Puente Romano Marbella. El chef Izu Ani dará la bienvenida personalmente a los 2 días de homenaje a los chefs en un encuentro que servirá como preámbulo a las celebraciones oficiales. Será un preludio íntimo al gran homenaje, una ocasión para compartir experiencias y recuerdos en un ambiente distendido, reafirmando los lazos de amistad y respeto entre los protagonistas.

Un emotivo homenaje en La Plaza de Puente Romano

El lunes la celebración se trasladará a La Plaza de Puente Romano, epicentro gastronómico del resort y corazón del homenaje, donde tendrá lugar el gran encuentro de chefs. Será un evento abierto a la emoción y al reconocimiento mutuo, en el que los grandes nombres de la gastronomía nacional compartirán escenario en torno a la figura del chef donostiarra, en un ambiente de compañerismo y admiración.

El gran broche final en Leña Marbella

La jornada culminará con una cena homenaje en Leña Marbella, el restaurante insignia de Dani García en Andalucía. Allí, los chefs invitados cocinarán de manera conjunta un menú único en honor a Martín Berasategui. Cada pase reflejará una interpretación personal del legado de Berasategui, en un diálogo gastronómico que fusiona estilos, generaciones y visiones de la alta cocina española.Más allá del homenaje personal, esta acción simboliza la unión de generaciones y estilos culinarios distintos en torno a un mismo propósito: ensalzar la excelencia gastronómica y consolidar a España como un referente global de innovación y creatividad en la cocina.

El hechizo empieza al caer la noche

Hay noches que piden magia. Luces bajas, miradas cómplices y un deseo claro: celebrar Halloween con estilo. Y la noche de Halloween en Grupo Dani García ya está aquí. Nada de disfraces improvisados ni sustos baratos. Aquí la brujería sabe a recetas que enamoran y brindis que despiertan sonrisas.

En Madrid, Marbella y Barcelona, los restaurantes del chef se preparan para un Halloween distinto. Adulto. Sensorial. Divertido. Con ese toque andaluz que convierte cualquier velada en recuerdo.

Porque cuando cae la noche y llega el otoño, hay ganas de disfrutar, seducir y vivir algo que dé que hablar. Y sí, la noche más misteriosa en Grupo Dani García promete eso y más.

Un cóctel que conquista: Catrina

No hay ritual sin poción. Y este Halloween, la estrella es Catrina. Un cóctel sugerente, dulce y travieso a la vez. De esos que se piden para brindar… y también para la foto.

Cada barra del Grupo sirve su versión, pero la esencia se mantiene: misterio, chispa y un punto elegante que hace que todo fluya. La copa que marca el inicio de la noche. La que anuncia que algo especial está por pasar.

Porque Halloween no es solo disfraz. Es actitud. Es emoción. Y Catrina lo sabe.

Rincones para perderse… y encontrarse

En Madrid, el ambiente se vuelve seductor.
Las barras de BiBo, el fuego de Leña, la calidez de Tragabuches y el espíritu marinero de Lobito de Mar se tiñen de sombras coquetas y risas nocturnas. Aquí se viene a ver y ser visto. A compartir platos que enamoran y pecar con cócteles que hipnotizan.

En Marbella, la noche de Halloween respira brisa y luna. Todo es más cálido. Más íntimo. Siempre hay un susurro en el aire que dice: “quédate un rato más”.

Y Barcelona trae su energía moderna, atrevida y cosmopolita. Perfecta para un plan de Halloween inesperado. Glamuroso, pero sin perder la diversión.

Platos que cuentan historias

No hacen falta telarañas falsas ni calaveras brillantes. La magia está en los sabores. En ese bocado que hace cerrar los ojos. En ese guiño entre amigos al compartir un plato con ganas de repetir.

Porque la noche más misteriosa en Grupo Dani García no va de miedo, sino de emoción. De brindar por lo que se quiere. De disfrutar lo mejor de cada restaurante con ese mood nocturno que pide planes que se alargan.

Tapas que seducen. Carnes que son puro fuego. Pescados que saben a mar verdadero. Todo envuelto en esa vibra que mezcla misterio, fiesta y elegancia.

Y tú, ¿dónde vas a celebrar?

Halloween no se improvisa. Se vive, se siente y se elige bien.

Y este año, hay un lugar claro para quienes buscan una noche diferente: la noche más misteriosa en Grupo Dani García.

Pide la Catrina. Haz un brindis. Y deja que la noche decida.

Hay decisiones que dividen al mundo. Dulce o salado. Playa o montaña. Arroz seco o meloso. No hay una respuesta correcta, solo sensaciones distintas. Y si hay un lugar donde esta elección se convierte en placer puro, es aquí: arroz seco o meloso en Lobito de Mar. Porque en este restaurante del Grupo Dani García no se trata de elegir bien, sino de elegir lo que hoy te hace feliz.

Seco: el que cruje y conquista

El arroz seco es el clásico que nunca decepciona. Suelto, dorado, con ese aroma profundo que te abraza antes del primer bocado. En Lobito de Mar, cada arroz seco llega a la mesa con una textura perfecta y un fondo lleno de sabor. Nada está de más. Todo está en su sitio.

Un arroz con verduras de temporada, uno de mariscos con carabinero, o el de presa ibérica que mezcla tierra y mar sin complejos. Y siempre, con su toque dorado en el fondo, ese socarrat que se pelea con la cuchara. Porque sí, si eres de los que disfrutan con lo crujiente, con lo limpio y directo, el arroz seco o meloso en Lobito de Mar tiene tu respuesta.

Meloso de costillas: cucharas que reconfortan

Aquí no hay variedad: hay perfección. El único arroz meloso de la carta es el de costillas, y no necesita competencia. Cremoso, intenso, profundo. Cocinado a fuego lento, con ese punto en el que el arroz se funde con la carne y todo sabe a hogar. A lo de antes. A lo que siempre reconforta.

Se sirve para compartir, para dejarse llevar, para alargar la comida sin mirar el reloj. Es el plato de las sobremesas largas, de las conversaciones que fluyen, del “no sabía que esto podía estar tan bueno”. Si lo tuyo es lo envolvente, lo que emociona sin artificios, sabrás por qué el arroz seco o meloso en Lobito de Mar empieza a tener un claro favorito.

No hay arroz bueno. Hay arroz perfecto para ti

Lo mejor de todo es que aquí no tienes que elegir solo una vez. Puedes probar uno hoy, otro mañana, venir en pareja y robar del plato de enfrente o, puedes volver solo por ese arroz que no olvidas. Porque en Lobito de Mar, el arroz no es una categoría de la carta: es una forma de cocinar el sur con orgullo.

Y da igual si estás en Marbella o en el centro de Madrid. La brisa se nota, aunque sea en la conversación. La mesa se llena. Las copas tintinean. El arroz llega al centro. Y de repente, la elección no importa tanto. Porque todo sabe a verano, a reunión, a domingo sin prisa. Así se vive el arroz seco o meloso en Lobito de Mar.

El pasado 3 de octubre, Tragabuches Marbella sopló sus tres primeras velas rodeado de amigos, sabores y emociones. La ocasión merecía una celebración especial, y así fue: una velada inolvidable que combinó música en directo, un menú exclusivo diseñado por Dani García y dos propuestas de maridaje pensadas para elevar cada bocado.

Tres años de cocina andaluza en clave contemporánea

Desde que abrió sus puertas en 2022, Tragabuches Marbella se ha consolidado como uno de los proyectos más auténticos del Grupo Dani García. Un restaurante que mira al sur y a su despensa con respeto y creatividad, y que en estos tres años ha sabido convertirse en un lugar de encuentro para quienes buscan disfrutar de la cocina andaluza con una visión contemporánea.

Su filosofía kilómetro cero, su bodega de referencia y una oferta que abarca desde desayunos hasta cenas de autor lo han convertido en un espacio vivo, cercano y versátil que late al ritmo del sur.

Un menú homenaje a la tierra

La noche comenzó a las 20:00h con un welcome cocktail en el que no faltaron el vermut de bienvenida y unas gildas artesanas que marcaron el tono del encuentro.

A continuación, los asistentes pudieron disfrutar de un menú de 9 pases (120 € por persona) que recorrió algunos de los sabores más reconocibles de la cocina de Dani García, reinterpretados desde el espíritu más puro de Tragabuches: un homenaje a la tierra y a los productos que definen su identidad.

Maridajes pensados para realzar cada sabor

Para acompañar la experiencia, se ofrecieron dos propuestas de maridaje (30 € y 45 €), diseñadas para resaltar la diversidad de sabores del menú y reforzar la armonía entre cada plato.

Música, calidez y alma andaluza

La velada contó también con música en directo, que puso la banda sonora perfecta a una noche que respiraba calidez, alegría y ese ambiente festivo tan característico del restaurante.

Brindis por el futuro

Con esta celebración, Tragabuches Marbella no solo conmemoró su tercer aniversario, sino que también reafirmó aquello que siempre lo ha definido: raíces andaluzas, respeto por el producto y una visión abierta al futuro.

Una noche para brindar por todo lo vivido hasta ahora… y por todo lo que aún está por venir.


Hay sabores que marcan un recuerdo, y hay lugares donde esos recuerdos se repiten con cada visita. Así es el nuevo menú en BiBo Madrid. Con la llegada del otoño, el restaurante más cosmopolita de Dani García vuelve a sorprendernos con una propuesta renovada. BiBo Madrid renueva su carta sin perder su esencia, y lo hace volviendo a sus orígenes: cocina con alma andaluza, visión global y un espíritu viajero que invita a disfrutar sin etiquetas.

Un viaje al origen con mirada actual

Desde su apertura, BiBo ha sido un punto de encuentro entre tradición e innovación. Este otoño, el restaurante reafirma esa filosofía con una carta que evoluciona sin romper con lo que lo hace especial. BiBo Madrid renueva su carta sin perder su esencia, manteniendo los platos icónicos que han conquistado a sus comensales y sumando nuevas creaciones que refrescan la experiencia.

La propuesta llega con un objetivo claro: reconectar con el espíritu original del restaurante. Platos sabrosos, pensados para compartir, con técnica precisa y una cocina que viaja del sur al mundo sin moverse de Madrid.

Platos que conquistan desde el primer bocado

Entre las novedades, hay propuestas que resumen a la perfección esa fusión entre raíces andaluzas y mirada internacional. El aguachile de quisquillas con zanahoria y mango verde abre el camino de los entrantes fríos con frescura y matices vibrantes. Junto a él, el sashimi de lomo de atún aporta elegancia y técnica en cada lámina.

Los entrantes calientes llegan con el mismo espíritu viajero. Las alitas de pollo crujientes con puré de ajo confitado y jugo de ave son pura comodidad en forma de bocado. La seta maitake frita con alioli de limón y miso rojo sorprende por su equilibrio entre lo crujiente y lo cremoso, mientras que el wonton de cerdo y verduras con salsa de chile y jengibre rinde homenaje a la cocina asiática desde el inconfundible sello BiBo.

Aventura principal: tradición, técnica y sabor

El viaje continúa con los principales, donde la técnica se une al placer más inmediato. El magret de pato asado con col braseada y jugo especiado es un guiño al recetario clásico con el sello contemporáneo de Dani García. El T-Bone de atún a la parrilla con lechuga larga, AOVE y limón demuestra que el mar también tiene su espacio en la parrilla. Y la pasta con mantequilla y caviar se convierte en la muestra definitiva de que la sofisticación puede ser sencilla si está bien ejecutada.

La carta mantiene también los grandes éxitos de siempre en su sección “BiBo Hits”. El brioche de rabo de toro, la ensaladilla rusa con seis huevos de codorniz o el tartar de atún toro con soja, sésamo, yuzu y yema curada siguen ocupando su lugar en el corazón de quienes visitan BiBo.

Un espacio para vivir y compartir

Más allá de la cocina, BiBo Madrid es una experiencia completa. Su interiorismo icónico, coronado por el famoso globo aerostático, y su ambiente cosmopolita crean un espacio que se adapta a cada momento. Ya sea para un almuerzo entre amigos, una cena especial o una velada improvisada, cada visita se convierte en un pequeño viaje gastronómico sin salir de la ciudad.

BiBo Madrid renueva su carta sin perder su esencia y con ello reafirma su lugar como una de las brasseries más representativas del Grupo Dani García. Una cocina sin fronteras, con alma andaluza y carácter internacional, que sigue escribiendo su historia con cada plato.

Un final que deja ganas de volver

En un mundo que cambia constantemente, hay lugares que evolucionan sin olvidar quiénes son. BiBo Madrid es uno de ellos. Con esta nueva carta, el restaurante vuelve a recordarnos que la gastronomía es, ante todo, un viaje que se comparte.

Y así, plato a plato, bocado a bocado, BiBo Madrid renueva su carta sin perder su esencia, invitándonos a regresar una y otra vez a ese rincón donde el sur y el mundo se encuentran en la misma mesa.

Despedida con sabor a verano

El sol se despide lentamente sobre Valdevaqueros y te das cuenta de que otro verano en BiBo Tarifa llega a su fin. Entre risas, copas y los últimos hits de Dani García que suenan de fondo, todos nos quedamos con la sensación de que algo mágico se esconde entre arena, olas y buena comida. Porque en BiBo Tarifa cada momento se siente especial: desde la primera caña hasta la última puesta de sol, todo tiene ese toque que hace que el verano parezca eterno… aunque solo sea en recuerdos. Nos vemos en 2026 en BiBo Tarifa.

El planazo que deja huella

Y es que, en BiBo Tarifa, despedirse no significa simplemente cerrar puertas, sino inmortalizar experiencias. Imagínate sentado a los pies de Valdevaqueros, mientras la música del DJ se mezcla con el sonido del mar. Entre amigos o en pareja, siempre hay algo que celebrar: un brioche de rabo de toro que se deshace en la boca, el icónico brioche cojonudo que te hace sonreír con cada bocado, un gazpacho de cerezas fresco que revive los sentidos y las croquetas, pequeñas bombas de felicidad que desaparecen antes de que puedas pedir más.

Cada plato es un hit, cada risa un recuerdo. La esencia de BiBo Tarifa está en esos detalles que convierten una tarde cualquiera en un planazo digno de recordar. La terraza, la música en vivo y el ambiente playero se combinan para crear un verano que se queda contigo incluso después de cerrar temporada.

Hasta pronto, verano

Y aunque hoy decimos adiós, no es un adiós definitivo. Nos vemos en 2026 en BiBo Tarifa, cuando la temporada vuelva a abrir sus puertas en abril y las playas de Valdevaqueros se llenen de nuevo de planes, sabores y risas interminables. Hasta entonces, nos quedamos con los recuerdos de puestas de sol que parecen pintadas a mano, de platos que todavía provocan antojos y de la promesa de que el próximo verano será aún más sabroso.

Así que guarda en la memoria ese brioche de rabo de toro, esa caña al atardecer y esa sensación de planazo perfecto. Porque cuando llegue abril de 2026, BiBo Tarifa estará lista para recibirnos de nuevo y recordarnos por qué cada verano aquí se siente como un lujo que no querrás perderte.

Cuando septiembre se despide y Barcelona se viste de fiesta, hay un plan que no puedes dejar pasar: Leña y La Dramerie endulzan La Mercè con una colaboración que convierte cada bocado en una celebración. Imagina pasear por la ciudad, el aroma de la fiesta en el aire, y de repente darte cuenta de que hay un rincón donde los postres son protagonistas absolutos. Ese rincón es Leña Barcelona, y esta vez, junto a La Dramerie, han creado cuatro pequeñas joyas dulces que prometen hacer que tu visita a La Mercè sea inolvidable.

Una experiencia de sabores únicos

Desde el primer momento que entras en Leña, se percibe la energía del sur y la pasión por la buena mesa. Pero en esta ocasión, el escenario se vuelve todavía más especial. Sofía y Víctor, rostros conocidos de MasterChef, han puesto su sello en cada postre, llevando la creatividad y el cariño por la repostería a otro nivel.

Entre las estrellas de esta colaboración está el brazo de gitano de tarta al whisky, una delicia que combina textura y sabor de forma adictiva. No muy lejos, el buñuelo de anís Machaquito relleno de crema catalana ofrece esa mezcla perfecta entre tradición y sorpresa que hace que quieras repetir una y otra vez. Para los amantes de los clásicos reinventados, el polvorón ibérico de bellota es un pequeño lujo crujiente que habla de sabor y memoria. Y por último, el guirlache de piñones, un toque caramelizado que remata la experiencia con un estallido de dulzura.

Cada bocado se convierte en una historia que se comparte, se saborea y se recuerda. Es el tipo de plan que hace que quieras contar a todos que estuviste allí, disfrutando de la combinación perfecta entre fiesta, sabores nuevos y un lugar que respira pasión gastronómica.

Un planazo para disfrutar La Mercè

La Mercè es sinónimo de alegría, de calles llenas de música y de momentos que se sienten especiales. ¿Y qué mejor que acompañar esos instantes con una escapada dulce en Leña Barcelona? Leña y La Dramerie endulzan La Mercè no solo con postres, sino con una experiencia completa: la emoción de probar sabores nuevos, la sensación de estar en un lugar donde cada detalle cuenta y la diversión de descubrir que la gastronomía también puede ser un plan.

Y como toda buena historia de fiestas y sabores, hay que ser rápido: estos postres estarán disponibles por tiempo limitado, solo en Leña Barcelona, así que cada visita se convierte en un pequeño tesoro. Es el plan perfecto para disfrutar con amigos, con pareja o incluso en solitario, dejándote llevar por la dulzura y la creatividad que esta colaboración propone.

Un cierre dulce para La Mercè

Al final del día, cuando las luces de la ciudad comienzan a brillar y los ecos de los conciertos se mezclan con risas y charlas, pensarás en ese instante en Leña Barcelona: un lugar donde la celebración se transforma en sabor, donde la creatividad de La Dramerie y el talento de Sofía y Víctor convierten un postre en una experiencia que vale la pena vivir.

No se trata solo de comer, sino de sentir la dulzura de La Mercè en cada bocado, de dejarse llevar por la pasión y la diversión que solo un plan bien pensado puede ofrecer. Y mientras saboreas el último trozo de brazo de gitano o crujiente guirlache de piñones, te darás cuenta de que, a veces, los momentos más dulces son los que se comparten y se disfrutan hasta el final.

Leña y La Dramerie endulzan La Mercè: una excusa perfecta para saborear, sonreír y volver a repetir.

En la esquina de la Avenida del Port, donde antes latían los antiguos Cines Aragón, hoy se abre un universo que no entiende de etiquetas ni de normas fijas. Se llama Alegal, y aunque se presenta como restaurante, lo cierto es que es mucho más: un espacio donde la cocina, el diseño, la música y la narrativa se entrelazan como piezas de una misma partitura.

Gastronomía con alma mediterránea

La carta de Alegal respira dinamismo. Su propuesta se mueve al ritmo de las estaciones, con platos que cambian cada cuatro meses y un compromiso firme con los productores locales. La brasa es el corazón que marca el compás, y a su alrededor desfilan recetas que viajan entre lo sofisticado y lo popular: desde un steak tartar con foie o la icónica cereza de foie con parmesano y Oporto, hasta un brioche “cojonudo” o la Burger Bull que ya hizo historia en la alta cocina.

No faltan, claro, los arroces que honran la tradición valenciana —de chuleta madurada, de coquelet, de pescado y carabineros— ni postres que rozan lo teatral, como el emblemático Tipsy Cake. Todo ello acompañado por más de cien referencias de vino y una carta de cócteles que no solo marida, sino que acompaña cada momento del día como un hilo conductor invisible.

Un escenario que habla

Alegal no se entiende sin su espacio. Los antiguos Cines Aragón se han transformado en un escenario que, más que un restaurante, funciona como un gran teatro. Mármol, madera, latón y tejidos nobles envuelven al visitante en un ambiente inspirado en el Art Decó, en la elegancia de los años 20 y en el cine de culto: ecos de El Gran GatsbyScarface o Al Capone sobrevuelan cada rincón.

El interiorismo, firmado por el estudio Pablo Peyra, no busca imponerse, sino sugerir. Cada sala, cada contraste de luz, cada cambio de ambiente está pensado para que la experiencia evolucione con el paso de las horas, del día a la noche. Lo que sucede dentro, lo saben solo quienes cruzan sus puertas.

Mucho más que comer

Porque en Alegal la mesa no es un punto final, sino un punto de partida. Las sobremesas se alargan, las conversaciones se cruzan con la música, y los fines de semana el ambiente se transforma en una experiencia de ocio que va más allá de lo gastronómico. Un lugar que habla el idioma de Valencia, pero con vocación internacional.

Quizá por eso su lema no deja lugar a dudas: Not another f***** restaurant*. Y es cierto. Alegal no grita, susurra. No vende platos, construye un universo. Uno al que se entra con el apetito, y del que se sale con la sensación de haber vivido algo inesperado.

Se acabaron los atardeceres eternos, las siestas sin culpa y los brindis que empezaban a mediodía. En Septiembre volvemos a la rutina pero con sabor a mar, sí… y que nadie diga que eso es sinónimo de aburrimiento. En Lobito de Mar Madrid, la vuelta es mucho más llevadera: sabe a mar, huele a brasa y se acompaña con buena compañía.

Porque si hay algo mejor que unas vacaciones, es la sensación de seguir saboreándolas sin tener que pedir días libres.

El Mediterráneo sigue en tu mesa

No hace falta huir de Madrid para sentir que el verano no se ha ido del todo. Basta con dejarse caer por Lobito y dejar que la carta haga lo suyo. Esa ensaladilla rusa de anguila ahumada, cremosa y delicada, que despierta los sentidos como el primer café de la mañana. O las chirlas salteadas con manzanilla, que huelen a sur y a casa.

Aquí, la rutina se rompe con cada arroz. El de marisco y pescado es una de esas recetas que te obligan a hacer una pausa. A bajar el ritmo. A cerrar el portátil antes de tiempo. Porque hay cosas que solo se disfrutan si te tomas tu tiempo, como ese fondo que sabe a fuego lento y a mar en calma.

Comer bien es el mejor plan de vuelta

El regreso a la oficina, al tráfico y a los días más cortos puede pesar. Pero en Lobito de Mar, la solución está clara: platos con alma marina, un ambiente que invita a quedarse y un equipo que cocina como quien quiere hacerte el día más fácil.

Y sí, el carpaccio de chuletón de atún con huevos al ajillo sigue estando ahí. Listo para reconectar con ese placer sencillo de comer algo que te hace feliz. Como un ancla que te recuerda que, aunque vuelvas al ritmo de siempre, aún puedes regalarte momentos que sepan a escapada.

Septiembre también puede ser tu mejor mes

Porque no todo tiene que volver al orden. También puedes improvisar. Reservar un martes como si fuera sábado. Comer entre semana como si estuvieras aún en la costa. Dejar que el mar entre en tu plato y te devuelva las ganas.En Lobito de Mar Madrid, septiembre no es el fin del verano. Es una nueva oportunidad para empezar con sabor. Para volver, pero volver bien. Con mar en el plato, vino en la copa y la promesa de que la rutina puede esperar… al menos hasta que se acabe el postre.

El verano va llegando a su fin, pero en Lobito de Mar Madrid, el sabor sigue navegando con viento a favor. Porque hay fechas que no necesitan fuegos artificiales para ser especiales. Y el 7 de septiembre es una de ellas: Lobito de Mar cumple seis años llevando el Mediterráneo directo a la mesa, sin filtros ni artificios. Seis años donde el mar, el arroz y la buena vida han sido los ingredientes de una historia que sabe a celebración.

Una travesía que empezó con sabor a sal

Todo comenzó en 2019, cuando el espíritu de chiringuito fino y barra marina aterrizó en Madrid con una promesa clara: ofrecer lo mejor del mar en pleno corazón de la capital. Desde entonces, cada plato ha sido un recuerdo. Un verano que no se va. Un trocito de costa que se cuela entre las calles madrileñas y hace que, por un momento, el asfalto huela a salitre y la sobremesa se alargue como si estuviéramos en vacaciones.

El alma de Lobito no está solo en su cocina, sino en esa manera tan suya de hacer que el mar se sienta cerca. De lunes a domingo, cada servicio es una oportunidad para escaparse sin hacer la maleta. Y por eso, cuando cumple años, no hace falta una gran fiesta: basta con sentarse en su mesa para entender por qué tantos vuelven, una y otra vez, a por más.

El carpaccio que nos conquistó

Hay platos que no necesitan presentación. En Lobito de Mar, el carpaccio de chuletón de atún con huevos fritos al ajillo es uno de ellos. Desde el primer día, este plato ha sido un icono. Una declaración de intenciones. Porque aquí, la cocina no solo alimenta: provoca. Sorprende. Y, sobre todo, emociona.

Es ese tipo de bocado que te obliga a parar. Que te hace cerrar los ojos por un segundo para saborearlo del todo. Un carpaccio que resume lo que es Lobito: un lugar donde lo clásico se encuentra con lo inesperado, y donde cada receta es una pequeña aventura.

Una celebración que se vive en cada mesa

Aunque no haya velas ni brindis oficiales, el aniversario de Lobito de Mar Madrid se celebra en cada servicio, en cada arroz bien hecho, en cada copa que acompaña una comida entre amigos. Porque cumplir años no es solo mirar atrás, sino seguir cocinando el presente con las mismas ganas del primer día.

Seis años después, la esencia sigue intacta. El producto sigue siendo el protagonista. El ambiente, relajado pero con clase. Y el equipo, con esa chispa que hace que cada visita se sienta como volver a un lugar conocido, donde siempre hay algo nuevo por descubrir.Porque sí: seis años saboreando el mar en Lobito de Mar no es solo un aniversario. Es una invitación a seguir celebrando los pequeños placeres, los momentos compartidos y las sobremesas sin reloj.