Un mediodía que sabe a libertad

Dicen que el día cambia cuando te regalas un momento para ti. Y sí, es verdad. Porque hay pausas que renuevan el ánimo. Por eso, El Menú Steak arde en Leña desde el primer bocado y transforma cualquier mediodía en un pequeño respiro. Es ese instante en el que el fuego baja las pulsaciones y te recuerda que también mereces desconectar.

El ritual más deseado entre semana

Hay placeres sencillos que funcionan siempre. Llegar a Leña entre semana, sentarte frente a las brasas y sentir que el mundo se aquieta, es uno de ellos. En los tres Leña, El Menú Steak arde en Leña con un recorrido pensado para disfrutar sin prisas, pero sin perder el ritmo del día.

El almuerzo empieza con una ensalada verde que sorprende sin alardes. Después llega el momento más esperado. Un clásico irresistible. Steak & fries con salsa de pimienta verde que invita a cerrar el portátil, respirar hondo y decir “esto era justo lo que necesitaba”. Para terminar, un helado de marconata y toffee salado que acaricia el paladar como un pequeño premio propio.

El fuego que acompaña tu día

Hay algo especial en esa hora del día en la que el sol todavía está alto, las brasas siguen vivas y tú decides hacer una pausa. Por eso, El Menú Steak arde en Leña también en su intención: darte un escape real sin alejarte del trabajo. Es rápido, es delicioso y es la combinación perfecta entre contundencia y equilibrio.

Está pensado para quienes se mueven sin parar. Para quienes buscan calidad sin sacrificar tiempo. Para quienes saben que un buen almuerzo cambia todo.

Tres Leñas, un mismo plan imbatible

En Madrid, Marbella y Barcelona, la escena se repite con la misma fuerza. El aroma a brasa, el ambiente cálido y la sensación de estar en un sitio que entiende tus tiempos. Es un refugio breve pero necesario. Es ese punto medio entre el ritmo del día y el placer de comer bien.

Y aunque cada ciudad tiene su magia, en todas se comparte esa misma chispa: un almuerzo que se disfruta, se recuerda y, sobre todo, se repite.

La pausa que buscabas

De lunes a viernes, de 13:00 a 16:00, este menú se convierte en el mejor aliado para los que trabajan. Por 45 € por persona, te llevas una experiencia con alma de ritual. Nada complicado. Nada técnico. Solo buen producto, brasas en su punto y un ritmo que encaja contigo.

A veces, el mejor plan no necesita un gran pretexto. Basta con saber dónde ir. Basta con recordar que el fuego también es una forma de cuidarte.

Y sí, ya lo sabes: El Menú Steak arde en Leña. Y contigo, arde mejor

Martín Berasategui, el chef con más estrellas Michelin de España, fue el gran protagonista de un homenaje histórico que celebró su trayectoria y su legado en la alta cocina española. Durante dos jornadas, más de veinte cocineros de primer nivel se reunieron para rendir tributo a su influencia y talento, en un evento organizado conjuntamente por Puente Romano Marbella y el Grupo Dani García.

Un fin de semana para la historia 

El tributo, celebrado los días 16 y 17 de noviembre, reunió en el resort marbellí a algunos de los nombres más destacados de la cocina española: Albert Adrià, Francis Paniego, Paco Morales, Paolo Casagrande, Ramón Freixa, Ricard Camarena, Toño Pérez, Diego Guerrero, Alberto Chicote, Jesús Sánchez, Ángel León, Samantha Vallejo-Nágera, Joan Roca, Josean Alija, Marcos Morán, Hermanos Torres, Erlantz Gorostiza, José Carlos García y Nandu Jubany, entre otros. Todos ellos cocinaron para honrar la trayectoria del chef donostiarra, en un encuentro que combinó emoción, talento y admiración.

El homenaje comenzó el domingo con una mesa redonda en NYX, donde los chefs Dani García, Martín Berasategui e Izu Ani, conversaron sobre sus trayectorias culinarias y sus próximos proyectos, en una sesión íntima moderada por Samantha Vallejo-Nágera que continuó con una cena privada en GAIA. 

El lunes, la celebración se trasladó a La Plaza de Puente Romano, epicentro gastronómico del resort, donde se rindió un homenaje al maestro vasco en un evento marcado por la camaradería y la emoción compartida. El propio Berasategui recibió numerosas muestras de cariño y reconocimiento por su papel inspirador en la gastronomía española durante más de cinco décadas, entre ellas, emotivos discursos de Dani García y el Chef Ejecutivo del hotel, Juan González.

La celebración culminó con una cena homenaje en Leña Marbella, el restaurante insignia de Dani García, donde los cocineros invitados elaboraron de forma conjunta un menú de 16 pases que sintetizó la diversidad, la técnica y la creatividad de la cocina española actual.

Un menú con garrote para el Maestro Berasategui

El menú rendía homenaje a la historia y la influencia de Berasategui a través de una secuencia de 16 pases concebidos a varias manos, que reunieron técnica, emoción y un profundo respeto por el oficio. La velada comenzó con la Milhoja caramelizada de anguila ahumada, cebolleta, foie gras y manzana verde firmada por Erlantz Gorostiza y Paolo Casagrande, seguida de la Milhoja de foie, queso de cabra y manzana verde caramelizada de Dani García.

A continuación, Dani García y José Carlos García reinterpretaron el sur con su Ensalada tibia de tuétanos vegetales y mariscos de Andalucía, mientras que Joan Roca aportó una pieza de sensibilidad vegetal con su Romescu de nueces con flores encurtidas.

La parte más vasca y golosa de la cena llegó con la Tortilla de piquillo y anchoa creada por Diego Guerrero y Josean Alija, para después dar paso a Marcos Morán y Quique Dacosta con sus Lágrimas de guisantes con percebes en gelé y toffee de mantequilla salada de guisantes. Francis Paniego presentó una Penca de acelga con emulsión de ibérico, mientras que Alberto Chicote sorprendió con su Tarta de cebollas con chantilly soubise.

Espadreña, , canelón y mignardises

La secuencia marina cobró protagonismo con el Calamar curado, consomé de ave y caviar de los Hermanos Torres, seguido de la Secuencia de calamar de Erlantz Gorostiza y Paolo Casagrande, y la interpretación conjunta de Ramón Freixa y Toño Pérez con La espardeña vista como un chipirón pelayo.

En clave más clásica, Nandu Jubany presentó un Canelón de pollo de corral con crema de foie y trufa negra, antes de que Jesús Sánchez aportara su Royal de liebre, un guiño a la caza más refinada. Posteriormente, el Pato andalusí ahumado-asado con terrina de patata y bacon marino, firmado por Paco Morales y Ángel León, unió tradición, territorio y técnica en un mismo plato. 

El cierre dulce estuvo a la altura del resto de la cena gracias al Air waffle de avellana con praliné à l’ancienne y helado de flan de huevo de Albert Adrià y el postre Chocolate, café y whisky de Ricard Camarena.

Las mignardises finales creadas por Samantha Vallejo-Nágera fueron Micro tarta Rogelio, Chocolate y praliné de avellanas, Crujiente de Samantha y Micro Mont Blanc, pusieron el punto final a una cena que fue, más que un menú, una declaración colectiva de afecto y respeto hacia un cocinero irrepetible.

“No existe el ‘yo’ en mi vocabulario. Toda mi vida, todo lo que he conseguido y todo lo que representa nuestra cocina, nace del ‘nosotros’. Soy uno más dentro de este equipo inmenso de familias, amigos y profesionales que me han hecho grande. La revolución de la cocina española está en la unidad, y ese es el único camino: caminar juntos”, reflexionaba Martín durante esta noche tan especial. “La mejor de mi vida vestido de chef”, aseguraba.

Un legado que trasciende generaciones

El homenaje a Martín Berasategui fue mucho más que una celebración profesional: fue una declaración colectiva de gratitud hacia un referente que ha sabido enseñar, inspirar y abrir camino a las nuevas generaciones de la cocina española durante más de 50 años. Su manera de entender el oficio basada en la humildad, el esfuerzo y la generosidad se reflejó en cada palabra, en cada gesto y en cada plato.

Lo que ha hecho Martín por todos nosotros y por la gastronomía española no se puede medir en estrellas ni en premios. Su legado va mucho más allá de la técnica o la creatividad: nos ha enseñado a trabajar con pasión, humildad y generosidad. Cada plato suyo es una lección, cada gesto una inspiración. Hoy celebramos no solo a un chef extraordinario, sino a un maestro que ha marcado a toda una generación y que seguirá guiando a quienes amamos este oficio”, subrayó Dani García durante la velada.

Esta cita se convirtió en un símbolo de unión, respeto y admiración dentro de la gastronomía española, gracias a la colaboración del Grupo Dani García y el marco incomparable de Puente Romano Marbella.Pero, sobre todo, fue un tributo a la emoción y al legado de un cocinero irrepetible: Martín Berasategui.

Grupo Dani García da la bienvenida a la Navidad con una propuesta gastronómica pensada para compartir.
Los restaurantes BiBoLobito de MarLeña y Tragabuches presentan sus menús de Navidad, diseñados para grupos, empresas y celebraciones especiales.

Cada concepto refleja una filosofía común: sabores reconocibles, producto excepcional y técnica impecable.
Cada restaurante interpreta la Navidad a su manera, manteniendo su esencia y añadiendo un toque festivo que convierte cada comida en una experiencia memorable.

Las Navidades de siempre en Tragabuches

En Tragabuches, la Navidad se traduce en tradición, producto y raíces andaluzas.
El restaurante presenta tres menús que recuperan los sabores del sur con un toque elegante para las fiestas.

Entre los entrantes, destacan la ensaladilla de jamón a taquito, el aguacate de Málaga “a la inversa”, los callos con garbanzos a la andaluza, las croquetas de pringá o la milhoja de foie y queso de cabra.

Los platos principales incluyen clásicos como la presa ibérica de bellota, el solomillo de vaca vieja a la brasa o el lomo de lubina, acompañados de guarniciones tradicionales.

El apartado dulce reinterpreta la repostería andaluza con postres como la tarta de queso Payoyo, la torrija andaluza con helado de vainilla o el tocino de cielo de fruta de la pasión.

Cada menú incluye una selección de vinos andaluces y cócteles elaborados con jerez, manzanilla o brandy.
Los precios son de 65€, 70€ y 80€.
Una propuesta cálida y acogedora, ideal para celebrar con familia, amigos o compañeros.

BiBo: una Navidad con alma viajera

BiBo celebra las fiestas con tres menús que combinan raíces andaluzas e influencias internacionales.
Una propuesta que refleja su espíritu de brasserie global y su carácter cosmopolita.

Los menús de Navidad de BiBo giran en torno a sus clásicos reinterpretados con un toque elegante.
Entre los entrantes, destacan la ensaladilla rusa con huevos de codorniz fritos, el tartar de atún rojo, el Brioche Cojonudo® y el Brioche de rabo de toro®.

Los principales incluyen la pluma ibérica con salsa charcuterie, el bacalao asado, el solomillo a la brasa o el lenguado a la meunière, según la opción elegida.

En el apartado dulce, BiBo propone su mousse de chocolate 70%, el arroz con leche fresca o la mítica Nutella para morir.
Cada menú incluye vinos nacionales e internacionales y un cóctel de bienvenida exclusivo.

Los precios son de 65€, 70€ y 80€.
Una propuesta sofisticada y festiva, perfecta para despedir el año entre amigos o equipos de trabajo.

Lobito de Mar: la Navidad a toda costa

Con alma marinera y espíritu andaluz, Lobito de Mar celebra la Navidad con el sabor del mar como protagonista.
Sus tres menús ponen en valor la frescura del producto y la esencia mediterránea.

Los entrantes para compartir incluyen el guacamole con gamba cristal, la ensaladilla de atún y gambas, el carpaccio de chuletón de atún, las almejas a la marinera y el clásico Lobito frito en adobo.

Entre los platos principales, sobresalen el mormo o solomillo de atún rojo a la plancha y el lomo de lubina a la brasa, acompañados de patatas a la roteña y ensalada de lechuga viva.

Los postres, como la tarta de queso con trufa negra o la tarta de queso fresco, completan una experiencia elegante y sobria.
Cada menú incluye una bodega seleccionada, con vinos blancos atlánticostintos mediterráneos y cócteles de bienvenida.

Los precios son de 70€, 75€ y 80€.
Una propuesta que rinde homenaje al producto de costa y al espíritu relajado de las celebraciones junto al mar.

Leña: 24 entregas por Navidad

En Leña, el fuego se convierte en el alma de la celebración.
El steakhouse de Dani García, con sedes en Marbella, Madrid y Barcelona, propone tres menús llenos de intensidad y sabor a brasa.

Los entrantes para compartir incluyen el aguacate de Málaga a la brasa, la burrata ahumada, las croquetas de pollo asado, la empanada de pollo con especias, el foie con ajetes aliñados y la icónica burger que lo empezó todo®.

Como platos principales, destacan los cortes premiumribeye de vaca viejaporterhouse de ternera o chuletón especial, acompañados de patatas fritascebolla gratinada con trufa y salsas caseras.

El broche final lo ponen postres reconocibles como la tarta di rose o el flan que quiso ser tocino de cielo.
Cada menú incluye vinos seleccionados para realzar los matices del humo y la parrilla.

Los precios son de 90€, 95€ y 100€.
En Leña, la Navidad se vive alrededor del fuego, con calidez, elegancia y el sabor único de la brasa.

Cuatro formas de celebrar la Navidad con el sello de Dani García

Con estas propuestas, Grupo Dani García redefine la experiencia gastronómica navideña con cuatro conceptos complementarios que representan su universo culinario.
Los menús estarán disponibles del 15 de noviembre al 5 de enero, tanto en almuerzos como cenas.

Además, el grupo ofrecerá menús especiales para Nochevieja y Año Nuevo, donde cada restaurante reinterpretará su concepto con un toque festivo y el sello inconfundible de Dani García.

Cuatro maneras de entender la cocina, con un mismo objetivo: celebrar el sabor, la tradición y la felicidad de compartir.

Grupo Dani García y Puente Romano Marbella, organizan un encuentro único en homenaje al laureado chef español Martín Berasategui, tras 50 años de profesión, que reunirá a más de 20 chefs del panorama gastronómico nacional consolidando su papel como epicentro de la alta gastronomía en la Costa del Sol. Durante los días 16 y 17 de noviembre, el resort marbellí acogerá esta cita excepcional que congregará a algunas de las principales figuras de la cocina española en torno al legado y la trayectoria del chef donostiarra.

En este contexto, Puente Romano Marbella – reconocido por su propuesta gastronómica con más de 20 restaurantes y bares, entre ellos Leña, con una total excelencia y variedad culinaria – ofrecerá el escenario perfecto para esta velada irrepetible. Su atmósfera y su historia como punto de encuentro de grandes marcas de restaurantes mundialmente conocidas, lo consolidan como el enclave ideal para rendir tributo a Berasategui.

Durante estas jornadas, 19 chefs de renombre como Albert Adrià, Francis Paniego, Paco Morales, Paolo Casagrande, Ramón Freixa, Ricard Camarena, Toño Pérez, Diego Guerrero, Alberto Chicote, Jesús Sánchez, Ángel León, Samantha Vallejo, Joan Roca, Josean Alija, Marcos Moran, Hermanos Torres, Erlantz Gorostiza, José Carlos García o Nandu Jubany, todos ellos trabajarán de forma conjunta en la elaboración de un menú que no solo buscará sorprender a los sentidos, sino también transmitir la admiración por el legado de Berasategui. Cada propuesta gastronómica formará parte de una narrativa coral que reflejará la diversidad, el talento y la excelencia de la cocina española actual.

Un coloquio de estrellas de la gastronomía

El tributo dará comienzo el domingo, con una cena privada en el restaurante GAIA, dentro de Puente Romano Marbella. El chef Izu Ani dará la bienvenida personalmente a los 2 días de homenaje a los chefs en un encuentro que servirá como preámbulo a las celebraciones oficiales. Será un preludio íntimo al gran homenaje, una ocasión para compartir experiencias y recuerdos en un ambiente distendido, reafirmando los lazos de amistad y respeto entre los protagonistas.

Un emotivo homenaje en La Plaza de Puente Romano

El lunes la celebración se trasladará a La Plaza de Puente Romano, epicentro gastronómico del resort y corazón del homenaje, donde tendrá lugar el gran encuentro de chefs. Será un evento abierto a la emoción y al reconocimiento mutuo, en el que los grandes nombres de la gastronomía nacional compartirán escenario en torno a la figura del chef donostiarra, en un ambiente de compañerismo y admiración.

El gran broche final en Leña Marbella

La jornada culminará con una cena homenaje en Leña Marbella, el restaurante insignia de Dani García en Andalucía. Allí, los chefs invitados cocinarán de manera conjunta un menú único en honor a Martín Berasategui. Cada pase reflejará una interpretación personal del legado de Berasategui, en un diálogo gastronómico que fusiona estilos, generaciones y visiones de la alta cocina española.Más allá del homenaje personal, esta acción simboliza la unión de generaciones y estilos culinarios distintos en torno a un mismo propósito: ensalzar la excelencia gastronómica y consolidar a España como un referente global de innovación y creatividad en la cocina.

El hechizo empieza al caer la noche

Hay noches que piden magia. Luces bajas, miradas cómplices y un deseo claro: celebrar Halloween con estilo. Y la noche de Halloween en Grupo Dani García ya está aquí. Nada de disfraces improvisados ni sustos baratos. Aquí la brujería sabe a recetas que enamoran y brindis que despiertan sonrisas.

En Madrid, Marbella y Barcelona, los restaurantes del chef se preparan para un Halloween distinto. Adulto. Sensorial. Divertido. Con ese toque andaluz que convierte cualquier velada en recuerdo.

Porque cuando cae la noche y llega el otoño, hay ganas de disfrutar, seducir y vivir algo que dé que hablar. Y sí, la noche más misteriosa en Grupo Dani García promete eso y más.

Un cóctel que conquista: Catrina

No hay ritual sin poción. Y este Halloween, la estrella es Catrina. Un cóctel sugerente, dulce y travieso a la vez. De esos que se piden para brindar… y también para la foto.

Cada barra del Grupo sirve su versión, pero la esencia se mantiene: misterio, chispa y un punto elegante que hace que todo fluya. La copa que marca el inicio de la noche. La que anuncia que algo especial está por pasar.

Porque Halloween no es solo disfraz. Es actitud. Es emoción. Y Catrina lo sabe.

Rincones para perderse… y encontrarse

En Madrid, el ambiente se vuelve seductor.
Las barras de BiBo, el fuego de Leña, la calidez de Tragabuches y el espíritu marinero de Lobito de Mar se tiñen de sombras coquetas y risas nocturnas. Aquí se viene a ver y ser visto. A compartir platos que enamoran y pecar con cócteles que hipnotizan.

En Marbella, la noche de Halloween respira brisa y luna. Todo es más cálido. Más íntimo. Siempre hay un susurro en el aire que dice: “quédate un rato más”.

Y Barcelona trae su energía moderna, atrevida y cosmopolita. Perfecta para un plan de Halloween inesperado. Glamuroso, pero sin perder la diversión.

Platos que cuentan historias

No hacen falta telarañas falsas ni calaveras brillantes. La magia está en los sabores. En ese bocado que hace cerrar los ojos. En ese guiño entre amigos al compartir un plato con ganas de repetir.

Porque la noche más misteriosa en Grupo Dani García no va de miedo, sino de emoción. De brindar por lo que se quiere. De disfrutar lo mejor de cada restaurante con ese mood nocturno que pide planes que se alargan.

Tapas que seducen. Carnes que son puro fuego. Pescados que saben a mar verdadero. Todo envuelto en esa vibra que mezcla misterio, fiesta y elegancia.

Y tú, ¿dónde vas a celebrar?

Halloween no se improvisa. Se vive, se siente y se elige bien.

Y este año, hay un lugar claro para quienes buscan una noche diferente: la noche más misteriosa en Grupo Dani García.

Pide la Catrina. Haz un brindis. Y deja que la noche decida.

Hay decisiones que dividen al mundo. Dulce o salado. Playa o montaña. Arroz seco o meloso. No hay una respuesta correcta, solo sensaciones distintas. Y si hay un lugar donde esta elección se convierte en placer puro, es aquí: arroz seco o meloso en Lobito de Mar. Porque en este restaurante del Grupo Dani García no se trata de elegir bien, sino de elegir lo que hoy te hace feliz.

Seco: el que cruje y conquista

El arroz seco es el clásico que nunca decepciona. Suelto, dorado, con ese aroma profundo que te abraza antes del primer bocado. En Lobito de Mar, cada arroz seco llega a la mesa con una textura perfecta y un fondo lleno de sabor. Nada está de más. Todo está en su sitio.

Un arroz con verduras de temporada, uno de mariscos con carabinero, o el de presa ibérica que mezcla tierra y mar sin complejos. Y siempre, con su toque dorado en el fondo, ese socarrat que se pelea con la cuchara. Porque sí, si eres de los que disfrutan con lo crujiente, con lo limpio y directo, el arroz seco o meloso en Lobito de Mar tiene tu respuesta.

Meloso de costillas: cucharas que reconfortan

Aquí no hay variedad: hay perfección. El único arroz meloso de la carta es el de costillas, y no necesita competencia. Cremoso, intenso, profundo. Cocinado a fuego lento, con ese punto en el que el arroz se funde con la carne y todo sabe a hogar. A lo de antes. A lo que siempre reconforta.

Se sirve para compartir, para dejarse llevar, para alargar la comida sin mirar el reloj. Es el plato de las sobremesas largas, de las conversaciones que fluyen, del “no sabía que esto podía estar tan bueno”. Si lo tuyo es lo envolvente, lo que emociona sin artificios, sabrás por qué el arroz seco o meloso en Lobito de Mar empieza a tener un claro favorito.

No hay arroz bueno. Hay arroz perfecto para ti

Lo mejor de todo es que aquí no tienes que elegir solo una vez. Puedes probar uno hoy, otro mañana, venir en pareja y robar del plato de enfrente o, puedes volver solo por ese arroz que no olvidas. Porque en Lobito de Mar, el arroz no es una categoría de la carta: es una forma de cocinar el sur con orgullo.

Y da igual si estás en Marbella o en el centro de Madrid. La brisa se nota, aunque sea en la conversación. La mesa se llena. Las copas tintinean. El arroz llega al centro. Y de repente, la elección no importa tanto. Porque todo sabe a verano, a reunión, a domingo sin prisa. Así se vive el arroz seco o meloso en Lobito de Mar.

No hace falta cruzar una puerta con llave para volver a casa. A veces, basta un aroma, un sabor, una mesa que te acoge sin preguntas. En Tragabuches, cada plato tiene algo de refugio, de raíz, de abrazo. No hay artificios. Solo producto, alma andaluza y cocina que emociona. Porque sí, comer en Tragabuches es volver a casa, aunque sea la primera vez que entras.

Raíces que se sirven en el plato

La historia de Tragabuches no se entiende sin hablar del origen. De aquel primer restaurante que marcó el inicio del universo Dani García, y de esta nueva versión que, más que un regreso, es una declaración de principios. Aquí se cocina con verdad. Con ingredientes que hablan andaluz, con tiempos que respetan la naturaleza del producto y con una intención clara: reconectar. Desde el pan hasta el último bocado del postre, comer en Tragabuches es volver a casa porque todo sabe a esencial.

Producto, sabor y emoción

Hay platos que no necesitan explicación. Que llegan a la mesa con un lenguaje universal: el del sabor que emociona. En Tragabuches, el producto de temporada lo es todo. Verduras que aún conservan el brillo de la tierra, pescados frescos, carnes nobles… cada uno tratado con mimo, con respeto, con intención. No se viene aquí a probar la técnica, se viene a sentir. Y en cada plato, hay algo que te recuerda a ti.

La mesa como lugar de encuentro

Comer en Tragabuches no es solo una experiencia gastronómica. Es una sensación. La de estar en un lugar donde todo tiene sentido. Donde no hace falta hablar alto, ni vestir de gala. Donde te sientas, respiras hondo y piensas: “aquí, sí”. Por eso, comer en Tragabuches es volver a casa. Porque es el tipo de sitio al que no solo se va, se vuelve. Una y otra vez.

Aunque se pasen el día salvando el mundo, hasta los superhéroes necesitan un buen almuerzo. Y si tuvieran un día libre en Madrid, Marbella o Tarifa, no irían a la Torre Stark. Irían a comer. Porque entre universos paralelos y batallas galácticas, hay una verdad inquebrantable: nada supera a una buena comida en Grupo Dani García.

Imagina la escena. Tony Stark aparcando su coche frente a BiBo Madrid con el mismo estilo con el que aterriza en Mónaco. Thor llegando con su martillo a Leña como si fuera parte de la decoración. Y Lobezno… bueno, él no reservaría. Simplemente entraría y pediría lo suyo.

BiBo Madrid: sabores para trotamundos (y genios multimillonarios)

Qué pediría Iron Man en BiBo Madrid
 Tony Stark lo tiene claro: elige BiBo por su ambiente internacional, su vibra chic y esa carta que es un viaje sin despegar del asiento. Se decantaría por un brioche de rabo de toro con salsa Bull, un guacamole preparado al momento —porque la perfección no espera— y lo acompañaría con champán, claro. No por presumir. Bueno… tal vez sí.

Y Peter Parker, si cuela con su carné de estudiante, también pediría BiBo Tarifa.
 Es joven, curioso y con hambre perpetua. Lo suyo sería un tartar de atún de Barbate, una tapa japonesa «porque suena a ciencia» y una Coca bien fría para brindar con MJ por sobrevivir otro semestre.

Leña Marbella: donde los héroes rugen

Thor en Leña Marbella
 No necesita menú. Solo una mesa al lado del fuego. En Leña, el dios del trueno encuentra su lugar. Un chuletón digno del Valhalla, costillas que se deshacen con la mirada y brasas que chispean como el mismísimo Mjölnir. De beber, hidromiel. O algo que se le parezca.

Lobezno, por supuesto, elige Leña Madrid
 Silencioso, intenso y con cero tolerancia a platos tibios. Él pediría el steak tartar con un toque salvaje, y quizás unas croquetas… si está de buen humor. No comparte. Ni comida ni mesa.

Tragabuches Marbella: tradición con traje de gala

Black Panther se siente en casa en Tragabuches
 Elegante, con valores profundos y un respeto absoluto por lo auténtico. T’Challa encontraría en Tragabuches la armonía perfecta: cocina de raíz, ingredientes con historia y un gazpacho frío que le recuerda que el lujo está en lo simple. ¿Su plato estrella? Un guiso servido en cazuela, de esos que huelen a verdad.

Lobito de Mar: un festín para viajeros estelares

Doctor Strange en Lobito de Mar Madrid
 Es misterioso, calculador y con gustos refinados. Aquí no hay capas, pero sí ceviches que rozan la magia, chirlas al vino manzanilla y un arroz seco de marisco que abre portales sensoriales. Pediría una copa de vino blanco y se quedaría observando el plato como si leyera su destino.

Capitana Marvel aterriza en Lobito de Mar Marbella
 Y no pide poco. Ostras, baby burger de atún, arroz al sarmiento… y tarta de queso para cerrar la misión con gloria. Poderosa, sí. Pero también con debilidad por el buen producto y la sobremesa sin prisas.

¿Y tú, qué pedirías?

Puede que no tengamos un escudo como el de Capitán América ni poderes como Wanda, pero sí algo igual de importante: el gusto por comer bien. En Grupo Dani García, cada restaurante es una experiencia distinta, como un universo propio dentro del multiverso del sabor.

Qué pedirían los superhéroes en Grupo Dani García no es solo una fantasía. Es una excusa perfecta para mirar la carta con otros ojos, para elegir platos como quien elige su próxima misión. Porque aquí no se salva el mundo. Se saborea.

Y si aún no lo tienes claro, piensa como un vengador: elige restaurante, haz tu reserva y únete a la liga más deliciosa del planeta.

Marbella no se visita. Se vive. Se saborea. Desde que amanece hasta que cae el sol, tiene ese magnetismo andaluz que mezcla lujo, autenticidad y alegría sin esfuerzo. Aquí, cada plan puede ser una postal. Y si solo tienes un día, lo ideal es vivirlo sin prisas y con mucho apetito. Porque un día perfecto en Marbella empieza con mar, sigue con sol, y se termina como debe ser con un buen festín, o varios.

Paseo entre buganvillas y café con calma

Empieza la mañana en el casco antiguo, donde las fachadas blancas y los balcones floridos te saludan en cada esquina. Aquí, el desayuno no es un trámite: es una pausa deliciosa. Café con leche, pan artesanal con aceite andaluz y tomate del bueno. Nada como eso para entender que en Marbella la vida se vive despacio.

Playa, paseo marítimo o mercadillo

Puedes seguir hacia el mar, dar un paseo por la arena o descubrir algún mercadillo escondido entre urbanizaciones con encanto. Marbella tiene alma costera, pero también rural, chic y mediterránea a partes iguales. Cada calle es una invitación a improvisar.

Comida con sabor a sur en Tragabuches Marbella

La hora del almuerzo merece una mesa que hable andaluz. Y no hay mejor opción que Tragabuches, un homenaje a la cocina tradicional del sur, con productos de kilómetro cero y recetas con alma.

Aquí todo empieza con un sofrito. Con aceite de oliva que sabe a sol. Con platos que te recuerdan a casa aunque no seas de aquí. Prueba su ensaladilla rusa, su menú del día, o un guiso que parece hecho por una abuela con estrella Michelin. Andalucía se saborea en cada plato, y Tragabuches lo confirma con elegancia y fondo.

Siesta, piscina o paseo entre boutiques

Después de comer así, el cuerpo pide calma. Puedes darte un chapuzón, tumbarte al sol, o explorar las tiendas del centro o Puerto Banús. Lo importante es que lo hagas con la tranquilidad que solo llega después de un buen almuerzo y una copa de vino.

Tardeo marino en Lobito de Mar

A medida que baja el sol, el plan perfecto está en Lobito de Mar, ese restaurante que interpreta el espíritu del chiringuito clásico, pero lo eleva a otro nivel. Aquí el mar no se impone, se insinúa. Y se sirve en forma de ensaladas frescas, mariscos del día, boquerones con carácter y arroces que huelen a vacaciones.

Es el sitio ideal para un «tardeo» con acento salino: un vino blanco bien frío, una ración para compartir y ese murmullo de gente feliz que solo se escucha donde se come bien.

Cena entre brasas en Leña

Y cuando crees que el día no puede ir a más, llega Leña. El templo de la brasa. El fuego como técnica, como emoción, como espectáculo. Aquí, la carne madurada se trata como oro. Las verduras tienen carácter. Y cada plato es un equilibrio entre fuerza y elegancia.El fuego es el secreto en Leña, pero también lo es el ritmo del servicio, la estética del local, la sensación de estar donde todos quieren estar. El lugar perfecto para cerrar el día con un brindis, una sobremesa larga y la promesa silenciosa de volver.

Hay sabores que no necesitan presentación. Basta con probarlos una vez para que se queden en la memoria. Y si hay una tierra donde el sabor es identidad, esa es Andalucía. Su aceite, su atún, sus tomates, sus vinos… no son solo ingredientes: son cultura, son raíz, son el alma de una cocina que no entiende de prisas ni de artificios. Y en los restaurantes de Grupo Dani García, esa alma se sirve a diario, plato a plato, rincón a rincón. Andalucía se saborea en cada plato, y esa es la promesa que conecta todos los espacios del grupo: desde la brasa elegante de Leña hasta la frescura salina de Lobito de Mar, pasando por la fusión viajera de BiBo y la tradición con acento del sur de Tragabuches.

El oro líquido que todo lo transforma

Empecemos por lo más esencial: el aceite de oliva virgen extra. En Grupo Dani García se utiliza como se usa el cariño en la cocina de una madre: en todo. Procedente de almazaras andaluzas seleccionadas, este AOVE no solo cocina, también adereza, termina platos, perfuma sopas frías y potencia sabores.

Una tostada con tomate en Tragabuches, una ensaladilla en Lobito de Mar o un tartar en BiBo… todos se elevan cuando el aceite es el correcto. No se trata de cantidad, sino de carácter. Y el de Andalucía tiene mucho.

Atún rojo: el embajador del mar andaluz

El atún rojo es otra de esas joyas que se sirven con orgullo. En BiBo se presenta en tartares atrevidos y brioche juguetones. En Lobito de Mar, se respeta su esencia: carpaccios finos, burgers delicadas, lomos perfectos. Siempre tratado con respeto, siempre protagonista. Porque cuando un producto es así de noble, solo hay que saber cuándo parar.

Y ese es el secreto andaluz: no disfrazar lo que ya es bello.

Tomates con historia, pan con oficio

El tomate de la huerta andaluza, carnoso, dulce, ligeramente ácido, es uno de esos ingredientes que, con solo sal y aceite, ya lo dicen todo. En Tragabuches, por ejemplo, se convierte en gazpacho, salmorejo o ensalada con ventresca. Pero sobre todo, en recuerdo. A infancia, a campo, a verano eterno.

Y qué decir del pan andaluz. Artesano, crujiente, con miga que invita a mojar. Ese que no se deja a un lado del plato, sino que se convierte en parte del ritual. En Leña, acompaña carnes. En Lobito, recoge salsas marinas. En Tragabuches, se moja en el fondo de un guiso.

Quesos, chacinas y dulces con acento

El queso payoyo, la caña de lomo ibérica, el jamón de bellota… productos que hablan con acento del sur y que abren el apetito solo con nombrarlos. Se sirven con mimo, con cortes precisos y sin añadir más que una buena copa para acompañar.

Y para cerrar, los dulces. Desde una tarta de queso cremosa hasta un helado de aceite de oliva o un tocino de cielo con cítricos. Porque Andalucía también se expresa en el postre. Con tradición, con azúcar, y con ese punto justo que te hace decir: “un poco más, por favor”.

La tierra como bandera

En los restaurantes del Grupo Dani García, no se habla de km 0 como una moda. Se vive como una declaración de principios. Los productos andaluces no solo están presentes: son el centro. Porque no hay vanguardia sin raíz. Y no hay cocina con alma sin respeto al origen. Andalucía se saborea en cada plato, y ese sabor no es solo una cuestión de gusto. Es emoción, es historia, es pertenencia. Y en cada bocado, el sur se vuelve universal.