En Leña, el fuego no es solo una técnica; es una filosofía. Cada brasa, cada llama, cada pieza de carne que llega a tu mesa es una historia bien contada. Y en esa historia, el punto de cocción de la carne es protagonista. Tan importante como el origen del producto o el tipo de corte.
Hoy te llevamos al corazón de la parrilla. Vamos a explorar cuáles son los puntos de la carne, cómo identificarlos y, sobre todo, cuál es el mejor punto de cocción de la carne según los expertos.
¿Cuáles son los puntos de la carne?
La carne no tiene un solo final feliz. Tiene varios. Depende del gusto, del corte, del tipo de animal y, por supuesto, del comensal. Pero en general, los diferentes puntos de la carne se dividen en cinco grandes categorías:
1. Raw (muy poco hecha)
Roja, casi cruda, caliente solo por fuera. Se cocina a fuego muy fuerte durante pocos segundos por cada lado. El interior se mantiene prácticamente intacto. Es ideal para cortes muy tiernos y de altísima calidad.
2. Poco hecha
Sellada por fuera, roja por dentro. La textura es suave, jugosa, y el sabor, muy intenso. En Leña, este punto es un favorito entre los que buscan la experiencia más pura de la carne.
3. Al punto menos
Una capa exterior dorada, un interior rojo-rosado que se deshace en la boca. Es uno de los puntos más recomendados por los parrilleros. ¿Cuál es el mejor punto de la carne? Muchos dirán que este.
4. Al punto
Aquí el centro es rosado, más firme, pero todavía jugoso. La caramelización exterior se vuelve más evidente. Ideal para quienes no quieren extremos, sino equilibrio.
5. Al punto más / tres cuartos
La carne pierde casi todo el color rosado. La textura es firme, el sabor es más concentrado. Es un punto respetado, sobre todo para cortes más grasos.
6. Hecha / bien cocida
Totalmente cocinada. Marrón por dentro, sin jugo visible. Aunque no es el punto más popular entre los chefs, sigue siendo una elección válida. En Leña, incluso este punto se respeta con mimo y técnica.

¿Cuántos puntos de cocción tiene la carne?
Técnicamente, hablamos de seis. Pero en la práctica, cada uno tiene sus matices. En Leña no solo se cocina al gusto, sino al detalle. Porque entre un “al punto menos” y un “punto” puede haber un mundo de diferencia si se hace con precisión.
¿Cómo saber si la carne está en su punto?
En casa, puedes guiarte por el tacto, por la temperatura interior o por el color al corte. Pero en Leña, dejamos que hablen las brasas y la experiencia. Cada cocinero conoce su fuego. Sabe cuándo girar, cuándo dejar reposar, cuándo servir. La carne se escucha, se mira, se huele. Y solo entonces, se corta.
¿Cuál es el mejor punto de cocción de la carne?
No hay una única respuesta. Todo depende del tipo de corte, de su infiltración de grasa y del resultado que busques. Sin embargo, si preguntas al equipo de Leña, la mayoría coincidirá en que el punto perfecto suele ser el «al punto menos». Ahí la carne está jugosa, cálida y expresiva. Tiene carácter, pero también ternura.
¿Por qué es tan importante el punto de cocción?
Porque cambia todo. Textura, sabor, aroma. Un chuletón poco hecho no transmite lo mismo que uno bien cocido. Y en Leña, donde cada corte se selecciona con lupa y se trabaja al fuego con devoción, el punto de cocción de la carne es lo que transforma un plato en una experiencia.
Pide tu carne como quieras. Pero hazlo con intención.
En Leña respetamos todos los gustos. Si te gusta la carne bien hecha, la haremos con cariño. Si prefieres el corazón rojo y jugoso, sabremos darte lo que buscas. Porque los distintos puntos de la carne no son una regla fija, sino una carta abierta. Y tú eliges cómo escribirla.