El atún rojo de almadraba es uno de los tesoros más valorados del mar y en los restaurantes del chef Dani García es un ingrediente esencial, apreciado no solo por su intenso sabor, sino también por las propiedades que lo hacen único. Una de esas propiedades es el colágeno, una proteína natural que juega un papel crucial en la textura y jugosidad de este pescado. Para garantizar la máxima calidad, Dani García confía en Gadira, que ofrece atún rojo capturado de forma sostenible mediante la técnica tradicional de la almadraba.

El poder del colágeno en el atún rojo

El colágeno es una proteína estructural que se encuentra en los tejidos conectivos de los animales, incluido el atún rojo de almadraba. Esta proteína no solo aporta beneficios nutricionales, sino que también es responsable de la textura jugosa y firme que tanto apreciamos en este pescado. Sin embargo, para disfrutar de su verdadera jugosidad, es esencial cocinar el atún correctamente. Si se cocina a fuego demasiado alto, el colágeno no tiene tiempo de fundirse, lo que puede hacer que el pescado quede seco y chicloso. Para evitarlo, lo ideal es cocinarlo a fuego lento, permitiendo que el colágeno se derrita y se mezcle con las fibras musculares, logrando así una textura suave y jugosa que se deshace en el paladar.

Cómo cocinar el atún para aprovechar al máximo su colágeno

Para sacar el máximo partido al colágeno del atún rojo, es fundamental respetar ciertas técnicas de cocción. Una opción es el tataki, una técnica japonesa que consiste en marcar el atún rápidamente a alta temperatura y luego enfriarlo, lo que sella los jugos en su interior mientras mantiene su textura suave. Otra forma es a la parrilla, pero siempre cuidando no sobrecocerlo para que no pierda su jugosidad natural. También se puede optar por guisos a fuego lento, donde el colágeno tiene tiempo de fundirse por completo, potenciando el sabor y la textura del plato. Gadira, se asegura de que cada pieza de atún mantenga intactas estas propiedades, garantizando una experiencia gastronómica inigualable.

Beneficios del colágeno del atún rojo más allá del sabor

Además de mejorar la textura, el colágeno del atún rojo también ofrece múltiples beneficios para la salud. Esta proteína es conocida por mejorar la elasticidad de la piel, fortalecer las articulaciones y promover la salud ósea. Por eso, cuando disfrutas de un plato de atún rojo en Lobito de Mar, no solo estás saboreando una delicia marina, sino que también estás aportando nutrientes esenciales a tu cuerpo. Y con Gadira, puedes estar seguro de que cada pieza es una experiencia saludable y sostenible.

El pasado 9 de mayo, Tragabuches Marbella se convirtió en el epicentro de la tradición gastronómica andaluza al acoger un evento que combinó dos de las técnicas más ancestrales de la cocina: el ronqueo de atún y el despiece de cerdo. Este evento no solo rindió homenaje a dos pilares fundamentales de la cocina mediterránea, sino que también acercó a los asistentes a la esencia de la cocina andaluza, donde cada corte y cada pieza cuentan una historia cargada de sabor y tradición.

El arte del ronqueo

De la mano de Gadira, el ronqueo del atún es una práctica que se ha perfeccionado durante siglos en las costas de Andalucía, especialmente en las almadrabas del sur. Esta técnica, que debe su nombre al sonido que produce el cuchillo al rozar la espina del atún, es todo un ritual que requiere precisión y destreza. Durante el evento, los asistentes pudieron presenciar cómo se despieza un atún de gran tamaño, siguiendo los pasos tradicionales que comienzan con la separación de la cabeza y continúan con cortes precisos para extraer las partes más nobles del pez, como el descargamento, el tarantelo, la ventresca y el lomo negro. Cada corte tiene su propio carácter y destino en la cocina, y es precisamente esta diversidad lo que convierte al atún en una joya gastronómica.

Además de ser una experiencia visual impresionante, el ronqueo es también una lección sobre sostenibilidad y aprovechamiento. Nada se desperdicia; cada parte del atún encuentra su lugar en la cocina. Es un recordatorio de cómo la gastronomía puede ser tanto arte como responsabilidad, reflejando el profundo respeto de los pescadores andaluces por el mar que les nutre.

El despiece del cerdo

Pero no solo el mar fue protagonista esa noche en Tragabuches Marbella. El despiece del cerdo de la mano de Cinco Jotas, una tradición profundamente arraigada en la cultura rural andaluza, también capturó la atención de los comensales. Este proceso es igual de meticuloso y respetuoso que el ronqueo, y su importancia en la cultura culinaria española es innegable. Desde los cortes más conocidos como el solomillo, el secreto y la presa, hasta partes menos populares pero igualmente sabrosas como la carrillada o el lagarto, cada pieza del cerdo tiene un propósito en la cocina y un lugar en las recetas tradicionales.

El despiece del cerdo es un arte que requiere conocimiento profundo de la anatomía del animal y una habilidad excepcional para aprovechar cada parte al máximo. Al igual que en el ronqueo, aquí también se valora el respeto por el producto y la tradición. Los asistentes pudieron aprender sobre los usos de cada corte y cómo cada parte del cerdo puede transformarse en platos únicos, desde embutidos artesanales hasta asados que se derriten en la boca.

Una experiencia gastronómica completa

Este evento en Tragabuches Marbella fue más que una simple exhibición de técnicas de corte. Fue una inmersión en la cultura gastronómica , donde el respeto por los ingredientes y la conexión con las raíces se sintieron en cada movimiento del cuchillo. Además, los chefs presentes aprovecharon la ocasión para crear platos únicos, combinando los sabores intensos del atún de almadraba con la robustez del cerdo ibérico, creando así una sinfonía de texturas y sabores que rindió homenaje a ambos animales.

Para muchos de los asistentes, esta fue una oportunidad única para comprender el verdadero significado del respeto al producto, la importancia del origen y la magia de transformar ingredientes en experiencias inolvidables. En un mundo cada vez más desconectado de sus raíces culinarias, eventos como este en Tragabuches Marbella son esenciales para mantener viva la tradición y recordar que, en la cocina, cada corte cuenta una historia y cada plato es un reflejo de la cultura que lo crea.

El Día de la Madre siempre llega con una promesa: la de celebrarla como se merece. En Grupo Dani García, hay muchas formas de hacerlo, pero pocas tan memorables como comer bien. Muy bien. Porque si hay algo que sabe hacer una madre, es cuidar. Y si hay algo que sabe hacer Dani García, es elevar esos cuidados a través de la gastronomía.

Para los que crecimos con una cuchara de caldo entre las manos y una croqueta casera como premio a una tarde difícil, sabemos que hay platos que no se olvidan. Son recetas que tienen nombre propio. A veces es el de tu madre. A veces, el de tu abuela. Otras, el de un chef que entendió que la cocina también es emoción.

Este Día de la Madre, quisimos volver al origen. Pero con el sabor de hoy. En las mesas de Tragabuches, los guisos tradicionales se reinterpretan con el respeto de quien recuerda. Un fondo de puchero, una cucharada de cariño y el recuerdo de aquellas meriendas infinitas que sabían a hogar. Comer en Grupo Dani García es volver a casa sin salir del presente.

Regala por el Día de la Madre

No todas las madres son iguales, ni todos los planes deben serlo. Algunas son más de brasa. Más intensas, más sabrosas. Para ellas, está Leña. Donde el fuego se convierte en espectáculo y el carbón en arte. Un restaurante que entiende el instinto. Que sabe que hay días en los que el mejor regalo no se envuelve: se sirve al centro de la mesa y se comparte entre risas, entre miradas que hablan sin decir nada.

Otras madres prefieren el mar. Y no cualquier mar. Hablo del que sabe a espeto, a salitre, a verano que empieza antes. Para ellas, está Lobito de Mar, ese rincón marinero que huele a chiringuito con alma de restaurante. Donde los pescados llegan con nombre y los arroces se sirven como si fueran domingos en familia.

Tragabuches no es solo un restaurante. Es un escenario donde ocurren cosas, donde las madres se convierten en protagonistas. Donde la gastronomía se vuelve un lenguaje de amor y tradición. Y este domingo, todas las miradas deben estar puestas en ellas.

Dani García lo entendió hace tiempo: una madre no quiere un ramo, quiere un recuerdo. No quiere un regalo cualquiera, quiere un momento inolvidable. Por eso, en cada una de sus marcas hay un lugar para ella. Una mesa donde todo sabe mejor, donde cada detalle está pensado para que se sienta especial.

Este Día de la Madre, no regales cosas. Regala instantes, sobremesas que se alargan sin mirar el reloj, silencios cómodos y platos que despiertan la memoria. Regala eso que no se compra, pero que sí se recuerda: tiempo con ella.

Porque comer en Grupo Dani García puede ser un gesto de amor. Puede ser una declaración. Puede ser ese “gracias por todo” que a veces no decimos, pero sí sentimos. Y si ese agradecimiento viene en forma de tartar, de una copa de vino, de una brasa lenta o de una receta que huele a infancia, entonces el regalo es perfecto.

Piensa en su plato favorito. Pregunta por ese vino que le gusta. Pide postre aunque digas que no puedes más. Y haz una foto. No para Instagram, sino para el recuerdo. Porque los recuerdos también se sirven en mesa. Y porque comer en Grupo Dani García este Día de la Madre es mucho más que sentarse a la mesa: es celebrar la historia que os une.

Hay señales que marcan el inicio del buen tiempo. Días más largos. Cielos más azules. Ganas de mar, y ganas de espetos, porque en cuanto llegan los meses sin R en Lobito de Mar, sabemos que algo cambia. Que ya huele a verano, a brasas encendidas, a espetos asomando sobre la arena, a un limón partido, a sal.
Mayo es el mes que lo confirma. La “R” se ha ido. El calor se queda y los espetos, también.
Es el momento exacto en el que se alinean el hambre, la nostalgia y las ganas de buen tiempo.

Una mesa mirando al mar. Una cerveza helada. Un espeto que se deja esperar. Pero que cuando llega, lo hace con gloria. Sardinas crujientes por fuera, jugosas por dentro. El sabor que te transporta. Y ese ritual que, aunque parezca sencillo, no lo es. Porque hacer un espeto no es solo pinchar una sardina. Es fuego, tiempo, brisa. Y en mayo, todo eso se vive mejor en Lobito de Mar.

Espetos al sol

Aquí, el espeto es tradición, cada caña, cada vuelta, cada punto exacto de sal, cada carbón encendido, son momentos que saben a verano. Y así, mayo nos da la bienvenida a todo eso, a las risas que se alargan, a los domingos sin reloj. Todo sabe distinto cuando hay brasas.
Aquí hay espetos que cuentan historias que empiezan en un chiringuito, y que se quedan contigo para siempre.

Por eso, cuando escuches “espetos”, piensa en mayo. Piensa en sol. Piensa en Lobito de Mar.
Porque aquí los meses sin R se celebran. Se viven. Se saborean con las manos. Con el alma.
Es la temporada que nos recuerda que lo mejor está por venir. Que la felicidad puede servirse en caña.
Que un espeto recién hecho vale más que mil palabras. Y que mayo huele a humo, sal y promesa.
Promesa de verano. De días sin prisa. De sabor auténtico. De esas cosas que solo pasan en Lobito de Mar.

Así que ya lo sabes. Si es mayo, hay espetos, si hay espetos, hay brasas, si hay brasas, hay Lobito de Mar y, si estás en Lobito de Mar, es que han vuelto los meses sin R.

Con la llegada de la primavera, el mar vuelve a latir con fuerza en la cocina.Y eso solo puede significar una cosa: comienza la temporada de atún en Lobito de Mar. Una época que marca el calendario gastronómico con tinta roja, como el lomo del atún más preciado: el atún rojo de Almadraba.
Desde el 23 de abril hasta el 1 de junio, Lobito de Mar Madrid y Marbella se convierten en templos del sabor marino.El chef Dani García ha diseñado una carta exclusiva centrada en el atún, con recetas que rinden homenaje a este producto extraordinario.

La carta incluye elaboraciones inéditas como ceviche de lomo blanco o chirashi sushi de lomo negro.
También destacan propuestas como la ventresca en escabeche de pimentón o el contramormo guisado con alma gaditana. El atún es el protagonista absoluto y cada plato demuestra su versatilidad y su potencia gastronómica.

Ronqueos

Además, Grupo Dani García ha preparado dos ronqueos de atún rojo salvaje de Almadraba en colaboración con Gadira. Gadira es una empresa referente por su apuesta por una pesca sostenible y selectiva, respetuosa con el entorno. El primer ronqueo será el 9 de mayo en Tragabuches Marbella, en una jornada que une mar, tierra y tradición.
Ese día, también se hará una demostración del despiece del cerdo ibérico de Cinco Jotas, otra joya de la gastronomía nacional. Los asistentes podrán disfrutar de una cena maridada con los mejores cortes de atún y cerdo, finalizando con una Cruzcampo bien fría.

El segundo ronqueo se celebrará el 13 de mayo en Dani Brasserie, en la terraza del Four Seasons Hotel Madrid.Con vistas al skyline madrileño, este evento permitirá ver en directo la técnica ancestral del ronqueo.Una práctica precisa y casi hipnótica que honra la nobleza del atún rojo de Almadraba.
Un espectáculo gastronómico que no deja indiferente a quien lo presencia y que eleva el producto a una categoría casi artística.

El arte del atún

Pero si hay algo que no puedes perderte esta primavera, es la temporada de atún en Lobito de Mar.
Una propuesta única para disfrutar del atún como nunca antes, con el sello creativo de Dani García.
Cada receta ha sido pensada para emocionar al comensal, para transportarlo al Atlántico más puro.
Desde un bocado crudo y fresco hasta uno cocinado a fuego lento, el atún se expresa en todos sus registros.

Esta nueva edición de “El Arte del Atún” es una celebración de la costa andaluza, de sus sabores y de sus raíces. Y lo hace desde dos ciudades diferentes, pero con un mismo objetivo: rendir homenaje al atún y su historia. En cada plato hay mar, hay oficio y hay respeto por un producto que lo merece todo. Una temporada que solo dura unas semanas, pero que deja huella en quienes la viven.

Si te preguntas qué comer en Semana Santa y estás en busca de sabores con alma andaluza, las torrijas de Tragabuches son la respuesta perfecta. Tanto en Tragabuches Marbella como en su versión madrileña, este clásico de la repostería española se convierte en un bocado de tradición y vanguardia. En estas fechas, donde la devoción se siente en las calles y en cada mesa, el restaurante recupera ese sabor de infancia y lo viste con la elegancia que define a Grupo Dani García.

En Málaga, la Semana Santa se vive con una intensidad especial. Las procesiones, el incienso, las saetas… y cómo no, las torrijas. Este postre tan nuestro, humilde en sus orígenes pero lleno de matices, vuelve a la vida con una receta que respeta la tradición y la eleva a lo gourmet. En Tragabuches Marbella, el chef ha querido rendir homenaje a las raíces andaluzas con una versión melosa, aromática y absolutamente irresistible.

La clave está en el pan, que no es cualquiera. Se prepara con una miga densa y suave a la vez, perfecta para absorber la leche infusionada. Una mezcla que lleva canela en rama, piel de limón, azúcar y una pizca de vainilla. El pan reposa en este baño durante horas, empapándose de todo el sabor antes de ser rebozado en huevo y dorado en una sartén con mimo. El resultado: una torrija tierna, jugosa, que se deshace en la boca y que te traslada, bocado a bocado, a los días de Semana Santa en casa de tu abuela.

En Tragabuches Madrid, esta receta se presenta con un guiño cosmopolita. Mantiene la esencia pero juega con el emplatado y los contrastes. Aquí, la torrija llega acompañada de una crema ligera de vainilla y helado artesanal de leche merengada, añadiendo un toque fresco y contemporáneo. Porque en pleno barrio de Salamanca, también hay espacio para saborear la tradición con un punto sofisticado.

Tragabuches más dulce

Las torrijas de Tragabuches no son solo un postre, son una experiencia. Un viaje emocional que conecta con la infancia, con el sur, con la cocina que habla de raíces. En Semana Santa, cuando el cuerpo pide recogimiento y el alma busca consuelo en los sabores de siempre, este dulce se convierte en un abrazo. Ya estés en Marbella, con el mar a pocos pasos, o en Madrid, entre el bullicio urbano, la sensación es la misma: estás en casa.

Pero si algo distingue a Tragabuches es su forma de interpretar lo de siempre como si fuera nuevo. En Málaga, donde la Semana Santa forma parte del ADN cultural, se respira esa conexión entre lo espiritual y lo gastronómico. Las torrijas, que nacieron como forma de aprovechar el pan duro durante la Cuaresma, se convierten aquí en una declaración de amor por la cocina de aprovechamiento, por el sabor sin artificios.

¿Qué comer en Semana Santa? La pregunta tiene muchas respuestas, pero ninguna tan dulce y reconfortante como una torrija bien hecha. Es ese momento de pausa tras una buena comida, el final perfecto para una mesa en familia. En Tragabuches, además, el entorno acompaña. La luz del sur en Marbella, la elegancia urbana de Madrid… Todo suma para que este clásico brille con luz propia.

Y no es casualidad que en ambos restaurantes, Marbella y Madrid, se apueste por este postre en estas fechas. Porque cuando se habla de identidad, de raíces y de emoción, pocas cosas son tan poderosas como una torrija. En Semana Santa, Tragabuches te invita a saborear la tradición con el sello de Dani García: respeto por el producto, técnica impecable y una sensibilidad que va más allá del plato.

Hay momentos en los que Marbella se vuelve pura magia. Cuando el incienso se respira en el aire, la ciudad late al ritmo de los tambores y la costa se llena de luz, sabemos que ha llegado la Semana Santa. Semana Santa, planes y el arte de comer bien se funden aquí con la naturalidad de una tarde al sol. Este año, la tradición y la gastronomía se dan la mano en nuestros espacios, donde cada rincón invita a saborear la esencia de Málaga.

En Marbella, la Semana Santa es cultura, es gastronomía, es paisaje. Es ese plan perfecto que empieza con un café al sol, sigue con un arroz frente al mar, se cruza con una procesión en calle Ancha y termina con un cóctel en buena compañía. Por eso, este año, los mejores planes para Semana Santa están aquí. Sin necesidad de salir de la ciudad, sin renunciar al sabor, con toda la emoción que Málaga guarda para estos días tan especiales.

Comer en Marbella

Desde la tradición más pura hasta la innovación en la mesa, nuestras marcas están listas para acompañarte. Porque cada procesión tiene su pausa, y cada emoción, su bocado. En Marbella, los recuerdos también se comen.

En Tragabuches Marbella, la Semana Santa se vive con nostalgia y cuchara. En pleno corazón de la ciudad, cuando los pasos recorren las calles y el murmullo se convierte en emoción, nuestro restaurante se convierte en refugio. Comer en Marbella aquí, cobra otro sentido: es rendir homenaje a la cocina de siempre, la que huele a casa. “Andalucía en la mesa”, recoge el alma de cada guiso y la convierte en ritual. Ideal para los que buscan hacer una parada entre procesiones, sin renunciar al sabor de lo auténtico.

Opciones para no aburrirse

Y si decides escapar del bullicio y te dejas llevar por la brisa del Atlántico, BiBo Tarifa te espera con el alma del sur más libre. Su cocina desenfadada, viajera y llena de color es un guiño a los que entienden la Semana Santa como una celebración en movimiento. Aquí los planes se mezclan con cócteles que saben a verano adelantado. Si buscas planes diferentes en Semana Santa, nada como poner rumbo a Tarifa y descubrir la versión más nómada y divertida de BiBo.

Leña, por su parte, se enciende con la fuerza del fuego y del ambiente. Cuando cae la noche y Marbella se viste de mantilla, Leña se convierte en punto de encuentro. Aquí el carbón y la brasa cuentan su propia pasión. Perfecto para quienes, tras un día de emoción y tradición, quieren saborear la intensidad de una carne al punto justo, acompañada de buen vino y conversación. Porque Semana Santa y planes en Marbella no son solo procesiones: también son cenas que se recuerdan.

Para quienes se escapan a la playa y quieren un plan con vistas, Lobito de Mar lo pone fácil. Cerca del mar, sin necesidad de alejarse del centro, el tapeo se convierte en arte. Desde unos boquerones al limón hasta el famoso arroz con carabineros, comer en Málaga aquí, significa rendirse al producto y al sabor. Ideal para quienes viven la Semana Santa sin prisas, entre paso y paso, con el sonido del mar de fondo.

La nueva carta de cócteles de Tragabuches, tanto en Marbella como en Madrid, es un tributo a la esencia de Andalucía. Con la firma inconfundible del universo Dani García, cada propuesta combina tradición y creatividad en un equilibrio perfecto.

La influencia de los vinos generosos marca la diferencia en esta selección de cócteles. La versatilidad del fino, el amontillado y el Pedro Ximénez aporta matices profundos y elegantes. Desde el «Adonis PX», con amontillado, vermouth rojo y un toque de amargo de naranja, hasta el «Fino Martini», donde el fino y la ginebra seca se fusionan en una versión andaluza del icónico clásico.

La esencia del jerez en cada copa

Los cócteles en Tragabuches son una auténtica experiencia sensorial. El «De Jerez a Manhattan» reinterpreta el clásico americano con un toque de oloroso y amargo de cacao, mientras que el «Papirusa Martínez» fusiona el fino Papirusa con licor de cereza y vermouth rosé. Opciones sofisticadas que elevan el arte de la coctelería.

Para quienes buscan una combinación más refrescante, el «Bamboo & Jarana» mezcla fino Jarana con almendra amarga y licor de naranja, logrando un equilibrio entre dulzura y amargor.

Afterwork & long drinks: el toque informal de Tragabuches

Disfrutar de un afterwork con la nueva carta de cócteles en Tragabuches es toda una experiencia. La propuesta incluye opciones que combinan sabores intensos con un guiño a la tradición andaluza.

El «G & Ginger» es una opción vibrante con ron añejo, oloroso y amontillado, mientras que el «Sherry Daiquiri» reinventa el clásico con Pedro Ximénez. Por su parte, el «Generoso Old Fashioned» aporta carácter con un blend de vinos generosos y bourbon.

Si buscas una opción refrescante con un toque innovador, el «Rebu-Jito» combina ginebra y palo cortado con la esencia del mojito. Y para los amantes de los cócteles especiados, «Punta Paloma» fusiona ron envejecido con tempranillo, vermouth rosé y un toque de tajín.

Cócteles sin alcohol: la opción 0’0

La coctelería sin alcohol también tiene su espacio en la nueva carta de Tragabuches. «Rojo Vibrante» es una opción sofisticada con ginebra 0’0, almendra y vainilla, mientras que «Paloma Floral» apuesta por notas de melocotón, flor de azahar y un toque de tajín.

La coctelería, un viaje por Andalucía

Tragabuches ha conseguido convertir su nueva carta de cócteles en un homenaje a Andalucía. Cada combinación está diseñada para resaltar la riqueza de los vinos generosos y otros ingredientes que evocan el sur de España.

Si buscas una experiencia líquida que combine elegancia, tradición y creatividad, la nueva propuesta de cócteles en Tragabuches es una cita obligada.

La gastronomía es un viaje que sigue el ritmo de la naturaleza. Cada estación trae consigo ingredientes que alcanzan su punto óptimo de sabor y textura. La anguila, un producto de temporada, es una joya gastronómica que conquista los paladares más exigentes. En Lobito de Mar, Dani García la transforma en una experiencia culinaria inigualable.

Un producto de temporada imprescindible

La anguila es un pescado de carne firme y grasa infiltrada que, ofrece un sabor profundo y una textura sedosa. Su consumo se ha popularizado en la alta cocina, y su temporalidad la convierte en una elección exclusiva para quienes buscan lo mejor en cada época del año.

En Lobito de Mar, Dani García ha sabido aprovechar su versatilidad en recetas innovadoras. Su versión ahumada eleva este producto de temporada a otro nivel. Es una opción sofisticada y llena de matices que encaja a la perfección con la cocina marinera del chef.

La ensaladilla rusa con anguila ahumada

Uno de los platos que mejor representan a Lobito de Mar es la ensaladilla rusa con anguila ahumada. Una receta que fusiona lo tradicional con lo inesperado, realzando el sabor de este producto de temporada.

La ensaladilla rusa es un clásico de la gastronomía española. Su cremosidad y su equilibrio de sabores la hacen irresistible. En la versión de Dani García, la anguila ahumada aporta un toque de sofisticación. Su sabor ahumado se funde con la suavidad de la ensaladilla, creando una combinación perfecta.

Lobito de Mar: la tradición marinera reinventada

Lobito de Mar es el reflejo del amor de Dani García por la cocina del mar. Un restaurante donde los productos frescos son los protagonistas. Cada plato es un homenaje a la tradición marinera, reinterpretada con una visión contemporánea.

La primavera llega cargada de nuevos planes para disfrutar del buen tiempo, y qué mejor manera de celebrarlo que con las propuestas gastronómicas de Grupo Dani García. Esta temporada, además, Lobito de Mar se corona con una campaña especial que no querrás perderte. Si eres un amante de los cócteles frescos, el atún y los postres creativos, la primavera se presenta como la oportunidad perfecta para disfrutar de una experiencia única. Aquí te contamos todo lo que no te puedes perder.

Lobito de Mar: Un cóctel y un postre para celebrar la primavera

Lobito de Mar, uno de los restaurantes más emblemáticos de Dani García, ha lanzado una campaña especial para dar la bienvenida a la primavera. Desde el 21 de marzo hasta el 30 de abril, puedes endulzar tu comida o cena con «El salitre más dulce», una propuesta que incluye sabores frescos que te transportarán al mar.

Los cócteles destacados son el Andaluces y Marineros, un cóctel refrescante con un toque cítrico que evoca la brisa del mar, y el Expresso Martini, perfecto para quienes buscan una mezcla entre el dulzor del café y la intensidad del licor. Para cerrar esta experiencia, el Happy Hippo, un postre delicioso que hará que tu paladar celebre la primavera en cada bocado.

Además, Lobito de Mar también presenta la Golden Flower de abril a junio, una promoción muy especial. Si reservas entre semana (de lunes a viernes, no festivos) en el mes de abril, recibirás una tarjeta con la flor dorada. ¿Qué hace tan especial esta tarjeta? Aquellos afortunados que la encuentren ganarán una experiencia gastronómica única. ¡Una manera divertida y deliciosa de celebrar la primavera!

Leña: El sabor de la brasa para la primavera

Si lo que buscas es una experiencia más ahumada, Leña es el lugar perfecto para ti. Dani García lleva su amor por la cocina a la brasa a otro nivel con platos que celebran los productos de temporada. En primavera. Cada plato es una muestra de la calidad y el cuidado con que se eligen los ingredientes.

Tragabuches: Un toque de tradición en la primavera

Si prefieres los sabores tradicionales andaluces con un toque moderno, Tragabuches es tu lugar. Aquí, la cocina de Dani García rescata los platos más representativos de la región, dándoles una vuelta creativa y fresca para adaptarlos a la primavera. Cada plato está pensado para resaltar los ingredientes de temporada, lo que hace que cada visita sea una experiencia diferente.

Sin duda, Tragabuches es un lugar que fusiona la tradición con la vanguardia, creando una oferta irresistible para los paladares más exigentes.

BiBo Madrid: Primavera en la capital

Esta primavera, BiBo se llena de sabores refrescantes que incluyen pescados frescos, mariscos y verduras locales, ideales para acompañar con un buen vino o cóctel.

Con la llegada de la primavera, el restaurante se convierte en un espacio perfecto para relajarse, disfrutar de la buena comida y, por supuesto, de la agradable temperatura que caracteriza a esta estación.